
El minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra
El reciente Consejo Nacional de Morena fue, en verdad, sorprendente. No por su miga ideológica, porque no la tuvo, ni porque se hayan acuñado frases con ansias de posteridad. No. Lo fue porque un llamado tan abierto a la hipocresía de sus militantes, a la simulación pública de sus cofrades, es realmente notable; bueno, también lo es llamarle “ético” a tal fingimiento.
En esa reunión en la capital del país, los dirigentes de este partido casi de Estado, pues sólo falta el engorro de la elección judicial, prohibieron a sus funcionarios que hicieran fiestas privadas costosas, usaran ropa de lujo o viajaran en primera clase, aún con dinero propio, pues la ostentación va en contra del espíritu de cambio que abandera Morena en el escaparate nacional.
Imagen del partido
Es decir, que finjan la austeridad republicana, no que la practiquen, que no es lo mismo ser que parecer y lo que se busca es no demeritar la imagen del partido. Morena comienza a pagar el abrir sus puertas sin reservas a su nomenclatura, pues cómo van a pedir decoro a quienes en otros partidos estaban lejos de la idea. Los guindas juegan el juego del tío Lolo, es decir, a engañarse solos.
Otro asunto tocado fue el que va contra el nepotismo (el usar el cargo para ayudar a amigos o familiares), que no gustó al Partido Verde de cara a las elecciones del 2027, pues es una exigencia de Morena para aprobar futuras alianzas con este partido, pero dada la raigambre entre ambos, se ve difícil una fractura. Por cierto, los verdes no tienen que fingir nada y seguirán siendo como son.
Cual se dijo, sí que fue sorpresivo este consejo guinda y no por su contenido, sino por lo que refleja. Se habla de unidad, como siempre, pero hoy por hoy hay divisiones obvias dentro de sus propias filas, no digamos ya las que se esperan con sus aliados, los que han hecho del nepotismo una práctica común para explotar curules y escaños senatoriales. Les vienen tiempos difíciles.
Honoris causa a Graciela Machuca
Por otra parte, en un tema festivo, hace unos días el Claustro Doctoral Honoris Causa de la UNAM otorgó a la periodista Graciela Machuca Martínez su máximo reconocimiento no solo por su labor profesional de 45 años, sino también por su valiente defensa de los derechos humanos en Quintana Roo. Enhorabuena para esta notable periodista y luchadora social.