Como si fueran souvenirs o juguetes, dos delincuentes vendían niños a turistas en la zona hotelera de Cancún para que fueron objeto de abuso sexual en un motel.
Fredy N y Jonathan N recibían hasta dos mil dólares por parte de turistas que compraban los servicios sexuales de los menores de edad, según reveló el periodista Carlos Jiménez.
De acuerdo con la investigación, los delincuentes (que ya fueron capturados) contactaban a los turistas en las playas de la zona hotelera de Cancún.
Primero les vendían drogas, pero tras una charla para “conocer sus gustos”, les ofrecían los servicios sexuales de menores de edad.
Si el turista aceptaba, Fredy y Jonathan arreglaban los detalles y citaban al interesado en un motel llamado Sense, en la carretera Cancún-Valladolid.
Aparentemente, los delincuentes cobraban hasta dos mil dólares, pagados en efectivo, por cada niño que el cliente les pedía.
Afortunadamente, este reproblable negoció fue cortado de tajo gracias a un infiltrado.
Infiltrado logra detener la venta de niños en Cancún
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado, agentes encubiertos se hicieron pasar por turistas para llamar la atención de Fredy y Jonathan, quienes cayeron en la trampa.
Los sujetos vendieron al agente infiltrado una estancia con un menor de 14 años y lo citaron en el señalado motel.
Cuando la autoridad encubierta llegó al lugar, los delincuentes ya estaban ahí, junto con el niño, momento que se aprovechó para detenerlos junto con dos empleados del motel, cómplices de Fredy y Jonathan; además de asegurar un vehículo.
Asimismo, recalcaron que estas detenciones representan el primer caso destacado tras la creación de la Unidad Especializada en la Atención de Trata de Personas Menores de Edad.
Cabe señalar que Quintana Roo se convirtió en la primera entidad de la República Mexicana en firmar la Carta de Intención para la erradicación de la trata y explotación de niñas, niños y adolescentes, en conjunto con organismos civiles y el estado de Utah en Estados Unidos.
De acuerdo con los organismos, los destinos turísticos como Cancún, suelen ser utilizados por el crimen organizado como ciudades de paso y destino para menores de edad y de mujeres con fines de explotación sexual.