Alfonso Parra sale de su casa cada madrugada para vender periódicos y ganar unos pesos que le permitan llevar el sustento a su familia. Viaja en una bicicleta antes de que salga el Sol.
Ayer, pasadas las 5:00, pedaleaba en la avenida 135, al sur de Cancún. Su perro lo seguía.
Como tiene problemas de la vista, Alfonso no se percató de que en la calle había una alcantarilla abierta llena de agua y pensó que era un charco, así que tuvo un fuerte accidente que le provocó heridas en la cabeza y fractura de muñeca.
Su perro comenzó a ladrar y los vecinos salieron a ayudar a Alfonso, que estaba tirado. Una ambulancia de la Cruz Roja llegó y los paramédicos que lo atendieron dijeron que estaba fuera de peligro, a pesar del sangrado que tenía a la altura de la ceja derecha.
Ante estos hechos, Alfonso pidió la intervención urgente del Ayuntamiento y de la empresa Aguakan para tapar esa alcantarilla que se ubica entre las supermanzanas 518 y 515. Los vecinos le habían puesto unos tubos de plástico a manera de señalización, pero alguien los quitó.
Alfonso advirtió sobre la probabilidad que ocurran más accidentes que puedan terminar en desgracia.
Trascendió que la empresa Aguakán se niega a pagar los gastos por lesiones a esta persona, argumentando que no es culpa de ellos que el señor no haya adquirido unos mejores lentes para poder ver mejor su camino, sospechando que incluso pudo haber caído en la alcantarilla a propósito.