CANCÚN.- Quintana Roo podría ser receptáculo de una parte de los miles de migrantes que se espera sean deportados desde Estados Unidos por el presidente Donald Trump ante la oferta laboral con la que cuenta la entidad.
Así lo reconoce el subsecretario del Trabajo en la zona norte del Estado, José Francisco Trujillo Brandy, quien asegura que tan sólo el Servicio Estatal de Empleo tiene 6,000 vacantes laborales en caso de una oleada de paisanos al Estado.
“Gracias al trabajo conjunto de la gobernadora y la iniciativa privada, tenemos oferta de empleo, crecimiento, entonces en el caso de que mexicanos decidan venir a radicar el estado, se tiene la capacidad de ofertarles un empleo, si gustan venir aquí están totalmente invitados, tenemos al día de hoy unas 6,000 vacantes en el Servicio Estatal de Empleo”, aseguró.
Pero no sólo eso, pues además de la oferta laboral del Servicio Estatal de Empleo, a lo largo del año se tienen programadas distintas ferias del empleo, justo como la realizada en el parque la Rehoyada en Cancún este miércoles, donde se ofertaron más de 2,000 vacantes por parte de 18 distintas empresas.
Tan sólo el sector hotelero de la zona norte de Quintana Roo ha venido resintiéndose un déficit de personal desde la segunda mitad de 2022, pues incluso han señalado al Tren Maya y demás obras federales actualmente en ejecución, de disputarles la mano de obra disponible en la entidad.
A finales de 2022, el dirigente de Cocineros por Quintana Roo, Mercy Bezaleel Pacheco llegó a plantear al entonces canciller Marcelo Ebrard la necesidad de que se liberasen permisos temporales de empleo para trabajadores centroamericanos, ante la falta de trabajadores que llegó entonces a ser de hasta 15% en las cadenas más grandes.
Trujillo Brandy aseguró que la demanda de trabajadores continuará durante este 2025 pues continuarán llegando al estado importantes inversiones en distintos ámbitos, por lo que es muy factible que la tasa de desempleo a lo largo del año se mantenga por debajo de 2%, una de las más bajas a nivel nacional.
Fuente: El Economista