Entre 60 y 84 boletas de infracciones son las que generan en promedio durante un solo turno agentes de tránsito en la ciudad; entre esta cantidad contemplan al menos dos amonestaciones de cortesía, es decir, aplican el artículo 172 del reglamento.
El artículo 172 de dicho reglamento señala que si alguna persona que realiza turismo en la entidad comete una infracción no grave, tiene derecho a una amonestación sin costo alguno.
Si la misma persona vuelve a cometer la misma infracción, entonces sí se le hace la boleta, con la respectiva multa.
Los casos en los que no aplica dicha disposición de cortesía son cuando la falta cometida es grave: como estacionarse en lugares para personas con discapacidad, si conduce bajo los efectos del alcohol o alguna droga y cuando ocasiona algún accidente.
Un agente de tránsito, quien se reservó su identidad, dijo que cuando ven a un turista que cometió alguna infracción hay ocasiones que ni siquiera le marcan el alto.
Sin embargo, cuando lo llegan a detener únicamente le hacen la recomendación verbal, no se le hace alguna boleta de cortesía, solo se asienta en el reporte. Se apunta en la bitácora que infractor era turista y que se le dio la atención, explicó el oficial.
Durante la administración municipal de Remberto Estrada como alcalde, desde la dirección de Tránsito se emitía una “boleta verde” a turistas que cometían alguna violación al reglamento al conducir sus vehículos.
En dicha boleta se explicaba cuáles eran las faltas graves y en las cuales no se les podría dar el apoyo si cometían alguna infracción de ese nivel.
El agente de Tránsito señaló que en realidad la consigna que tienen es cuidar al turismo, aplicando el artículo 173 del mismo reglamento, que señala que el personal tiene la obligación de dar toda la información que se requiera al turista.