La cosa pública
Por José Hugo Trejo
“El HDP ya se siente dueño del Estado”, Roberto Borge dixit…
Si bien públicamente la dirigencia nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ya se deslindó de una posible alianza con el Partido Revolucionario Institucional(PRI) para las elecciones de gobernador el próximo año en seis Estados del país, en Quintana Roo de manera soterrada usa a elementos del priismo para impulsar una reforma electoral a modo que le extienda el periodo en la próxima gubernatura a seis años, porque los cinco que están estipulados en la ley vigente no parecen ser suficientes para la voracidad de poder que consume a quienes en el ala verde ecologista del morenismo quintanarroense ya se ven sentados en la silla que dejará vacante en Palacio de Gobierno Carlos Joaquín González.
Por eso le encargaron al único diputado que tiene el PRI en el Congreso del Estado, Carlos Hernández Blanco, que ya fue dirigente estatal del tricolor y presidente municipal por ese partido en Cozumel, que metiera la iniciativa de reforma constitucional, como para querer “taparle el ojo al macho” y que no se viera que la intención de modificar la ley a modo proviene del morenismo.
La utilización del diputado priista Hernández Blanco para promover la reforma electoral exhibe claramente la perversidad política de los verdaderos promotores, que no quieren cargar con la culpa de los daños que la enmienda constitucional ocasionaría al erario y al desarrollo democrático de la entidad. Porque están conscientes de lo innecesario y lo gravoso que resultará una modificación legal que aplace nuevamente la concurrencia de las elecciones locales con las federales, misma que había quedado debidamente establecida con tiempos y periodos de gobierno razonables en la reforma realizada en 2017.
Sin embargo, como en esa reforma se estableció que la gubernatura que se elija en 2022 será de cinco años en vez de seis, y como ellos ya se sienten seguros de obtenerla, pretenden ahora ampliarla, utilizando los buenos oficios de un priista que no quiere quedarse abajo del tren morenista, cuando éste arribe al poder estatal como fatalmente lo esperan los dirigentes del tricolor.
La reforma electoral propuesta por el diputado priista tiene un origen y un destinatario morenista, de eso no hay la menor duda. Y no hay necesidad de que el diputado Hernández Blanco revele los nombres de quienes le pidieron el favor de poner la polémica iniciativa a consideración de sus pares en el Congreso del Estado, pues, solo con ver la acogida que le dieron a la misma los diputados morenistas, la acelerada decisión que tomaron para pasarla por la comisión correspondiente sin tomar en cuenta al presidente de la misma y redactar a trompicones su dictamen, delatan la autoría intelectual de quien los controla desde el ayuntamiento de Benito Juárez.
El avorazamiento del ala de Morena infiltrada medularmente por Jorge Emilio González Martínez y sus “verdes” muchachos parece no tener límites, pues no solo han organizado una cargada que deja opacas a las que el PRI orquestaba en sus tiempos, sino que pretende acomodar la ley para la ampliación del mandato de quien según ellos es la candidata natural a gobernar Quintana Roo a partir del próximo año.
Por lo pronto parece ser que ya les dieron un jalón de orejas a los diputados morenistas para que no sigan con ese perverso juego…