El suceso se generó debido a que la mujer se defendió de una golpiza y una violación de parte de su conyugue cuando el la intentó obligar a sostener relaciones sexuales pero ella estaba en su periodo por lo que le dijo que no, por lo cual el se enojó y la amenazó con un cuchillo.
La mujer cansada de sus malos tratos tomó una pistola vieja que tenía guardada y para defenderse se la lanzó pero el arma se cayó al piso y se disparó sola, privando de la vida a su esposo.
Por lo que las autoridades al arribar al luagr iniciaron las investigaciones, en donde el padre de Alejandra explicó que él fallecido la golpeaba y también a sus nietos.
Señalaron que no habían intentado escapar ya que le temían a su agresor, pues tenía en el interior de la casa diversas armas de fuego escondidas, incluso debajo de la cama, mismas que fueron localizadas por la policía cuando catearon el domicilio.
De igual manera la madre de la víctima dijo que su yerno era duro de tratar y por ello se alejaron de su hija.
Relataron que cuando el exmilitar la golpeaba, le colocaba almohadas para asfixiarla y, los niños huían y se refugiaban para no ser lastimados.
A pesar de lo anterior, las autoridades la sentenciaron a 40 años de cárcel.
Pero a través de la organización Presunción de Inocencia lograron ingresar la solicitud de amnistía, y fue la presidenta de la Codhem, Myrna García Morón, quien impulsó la liberación.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México dio el perdón de la mujer, tras considerar que las autoridades violaron sus derechos humanos, pues en ningún momento investigaron el hecho con los protocolos de homicidio ni tampoco fueron tomadas en cuenta las denuncias de la víctima.
«Este momento es muy importante para mí, pues representa una segunda oportunidad de vida, estoy muy contenta y doy gracias a Dios porque les dio fuerza a mis padres para luchar por mi libertad.