Si no es austera y eficaz, la democracia no existe

Signos

Por Salvador Montenegro

El INE debiera ser no más que un mecanismo tan eventual como el de los colegios electorales que se instalan en las democracias civilizadas durante los comicios, y los conflictos postelectorles dirimirse en juicios jurisdiccionales ordinarios, como ocurre en las democracias civilizadas, que, por eso, deben ser austeras, pero, sobre todo, vigilantes de los fondos que se ejercen en los procesos políticos y electorales, lo que el INE es incapaz de hacer en México.

Los mamotretos burocráticos, perpetuos, onerosos y con élites dirigentes, engreídas y pagadas como ejecutivos financieros en sociedades con ingresos familiares del inframundo africano, son insultantes y ofensivos de la ética y el compromiso moral con que se debe defender el derecho al sufragio efectivo de los electores.

SM

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