Desde que llegó en 2016 a la primera presidencia de Puerto Morelos, Laura Lynn Fernández Piña se dedicó a saquear de todas las maneras posibles los recursos naturales y económicos del entonces naciente Municipio. Con ella al frente del Ayuntamiento, el valor catastral de los predios baldíos en la zona hotelera aumentó hasta en 300 por ciento con el fin de ‘orillar’ a los dueños a caer en cartera vencida para poder embargar los predios y venderlos a grandes inversionistas. Además, permitió la proliferación de las colonias irregulares con tal de incrementar el padrón electoral y mantener cautivo a los electores para su reelección en 2018. Hoy, Fernández Piña intenta dar el brinco hacia la Cámara Baja de la mano del Partido Verde Ecologista y su infame alianza con el Movimiento Regeneración Nacional, y como última ‘hazaña’ pretende entregar, después de las elecciones de este 6 de junio y no sin antes cerrar ahí su campaña, la obra de remodelación del Casco Antiguo, trabajo repudiado por los mismos habitantes, ya que no sólo acabó con la imagen de pueblo costero que durante décadas tuvo la cabecera municipal sino también porque presuntamente fueron invertidos 19 millones de pesos en él, pero que, una vez concluido, se ve como de 6 millones, a lo mucho. Se trata de la última burla de Laura Fernández hacia los portomorelenses, quienes le exigen ahora que dé a conocer los pormenores de la obra, misma en la que, como trascendió desde el año pasado, estuvo involucrado el esposo de la alcaldesa, propietario de la empresa Maxiled, S.A. de C.V.
Javier Ramírez
Luego de casi dos años, lapso en el que se cometieron atropellos hacia los ciudadanos y se exhibieron las múltiples irregularidades que plagaron tanto el proyecto como los trabajos de construcción, finalmente se concluyó la remodelación del llamado Casco Antiguo de la cabecera municipal de Puerto Morelos, obra de la alcaldesa Puerto Morelos Laura Fernández Piña que tuvo un costo de casi 20 millones de pesos.
Sin embargo, la misma aún no ha sido entregada oficialmente y ya presenta serios problemas en su construcción, lo que refleja tanto la mala calidad de los materiales utilizados como un mal diseño, totalmente diferente al mostrado por Fernández Piña, quien, se dice, pretende cerrar en ella su campaña hacia una diputación.
El estado actual de la obra, inundada, hueca y gris, deja entrever lo que podría ser el final de su carrera política, en caso de que los portomorelenses decidan, de una vez por toda, darle la espalda para que nunca más vuelva a enriquecerse a costa de ellos.
Molestia ciudadana por obra no pedida
En octubre de 2019 cuando Laura Fernández presentó -sin consultarlo antes con los habitantes, quienes primero habían estado solicitando mejores calles, escuelas y hasta un hospital- el proyecto denominado “Construcción y equipamiento de plaza cívica” para remodelar el Casco Antiguo de Puerto Morelos.
El mismo día que la licitación de la obra fue publicada, el 11 de octubre de 2019, se realizó el concurso y se asignó el contrato por 19 mil millones de pesos a varias empresas, entre ellas Mexiled, S.A. de C.V., vinculada al esposo de Laura Fernández, Carlos Alberto Moyano Menchaca.
El anuncio ocasionó la molestia de los habitantes, principalmente de los fundadores, quienes consideraban que el lugar tenía un alto valor histórico y recreativo. Por ello, unas semanas después, tomaron pacíficamente el kiosco del sitio y organizaron conciertos, espectáculos y talleres, en los que juntaron cuatro mil firmas físicas y más de 10 mil digitales en contra de las obras de remodelación.
La alcaldesa, quien nunca se reunió con ellos para escucharlos, envió el 20 de marzo de 2020 a un grupo de policías para que desalojaran violentamente a los inconformes, lo que fue exhibido a nivel a nacional.
Las obras se detuvieron por varias semanas debido a la contingencia sanitaria ocasionada por el Covid-19, pero, apenas se relajaron las medidas sanitarias, Laura Fernández ordenó reiniciar los trabajos. Así, el 5 de junio pasado varias máquinas entraron durante la noche al lugar para comenzar a destruir el parque. Varios ciudadanos intentaron detenerlas, pero fueron golpeadas, sometidas y encarceladas por los policías municipales. Tras recibir una advertencia del entonces jefe policiaco Alberto Capella Ibarra, Laura Fernández se deslindó del actuar de sus agentes y aseguró que castigaría a los responsables.
Obra barata
Conforme avanzaron los trabajos, las irregularidades en la obra de Fernández Piña comenzaron a salir a la luz. El ‘render’ de la remodelación del Casco Antiguo, presentado el año pasado, incluía detalles como dos fuentes, una normal y otra de “aguas danzarinas”, ambas con un costo de 1.8 millones de pesos; áreas verdes con palmeras, gradas para eventos y pasos a desnivel. Sin embargo, nada de eso fue incluido en la obra final.
Ingenieros y especialistas indicaron que si de por sí con la apariencia del ‘render’ calculaban que la obra no debía pasar de 14 millones de pesos, con el trabajo final ésta no debió costar ni 6 millones.
Y es que, por ejemplo, en el proyecto se consideró un gasto de 1.3 millones de pesos en el traslado de 42 palmeras de 3.2 metros. Pero al final fueron sembradas palmeras que tardarán unos 10 años en tener la apariencia que se ve en el referido ‘render’.
Además, se habló de una inversión de 862 mil 102 pesos en la instalación de una red de drenaje. Sin embargo, con las primeras lluvias de la temporada, que ni han sido fuertes, varias zonas del parque se han visto inundadas.
Beneficios para empresa de su esposo
Empresarios y ciudadanos ya han comenzado a levantar la voz para pedir que se transparente la obra de remodelación, pero la hoy candidata a diputada federal ha hecho mutis, esto porque varias veces ha sido señalada de entregar contratos de la Comuna a su esposo, Carlos Alberto Moyano Menchaca, propietario de Mexiled, S.A. de C.V., empresa que en las dos administraciones de Fernández se convirtió en la principal beneficiaria de los servicios de alumbrado público del Municipio.
De acuerdo con trabajadores de la Dirección de Servicios Públicos Municipales, Mexiled no ha tenido una participación directa en las obras, pero sí ha fungido como intermediaria en el suministro de los insumos y la mano de obra.
En 2019, Laura Fernández implementó un programa para ampliar la red de alumbrado público en el poblado de Leona Vicario, con 26 millones de pesos del Fondo para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISMDF). Sin embargo, debido a que nunca hizo público los contratos, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) inició una investigación en su contra, misma que hasta el momento no ha arrojado resultados.
Lo cierto es que en estos últimos años Fernández Piña siempre se mantuvo protegida por sus compañeros de partido, entre éstos los diputados José de la Peña Ruiz de Chávez y Gustavo Miranda García, éste último presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la XVI Legislatura del Congreso del Estado, quienes nunca movieron un dedo por atender las denuncias y peticiones para investigar a la alcaldesa de Puerto Morelos.