Signos
Dice Andrés Manuel que “se investigará” el suceso criminal en que turistas extranjeras fueron víctimas mortales del ‘narco’ en Tulum.
Lo ha declarado sólo después de las reacciones internacionales contra la inseguridad y la impunidad que ponen en peligro la vida de extranjeros que se aventuran a pisar territorios turísticos sin ley como los del Caribe mexicano.
Una declaración ociosa y estéril, la del mandatario mexicano, que sólo identifica su postura tolerante y cómplice con el poder de las mafias del narcoterror.
No habla, nunca lo hace, de iniciativas contundentes y definitivas; de escarmientos justicieros contra los culpables; ni ofrece soluciones coercitivas ejemplares y creíbles para combatir y eliminar a los grupos homicidas, pacificar con el poder de fuego y de los instrumentos jurisdiccionales del Estado las regiones más sometidas al fuero de los sicarios, y garantizar el establecimiento de las condiciones mínimas de gobernabilidad y convivencia pacífica en esos infiernos arrebatados por los forajidos a los Poderes republicanos y apenas representados por liderazgos espurios, inservibles y al servicio de los matones y sus rutinarias carnicerías.
“Habrá de investigarse el suceso criminal de Tulum”, dice.
¿Pero requiere un pronunciamiento del jefe de la nación el procesamiento policial y ministerial de un incidente homicida en un sitio específico del país para tener lugar?
Ocurren a diario, en Tulum y en infinidad de otros lugares más del Caribe mexicano y de todo México, ese tipo de episodios sangrientos y otros más bestiales y espeluznantes. Y entre la inmundicia de tan incontables casos criminales y sólo por la resonancia internacional de algunos y por la incomodidad que eso le provoca, ¿el presidente López Obrador sólo promete que el de la muerte de las turistas de Tulum será investigado?
¿Son alentadoras esas expresiones forzadas y eventuales para creer que hay un combate real, decidido y eficaz del régimen de la regeneración moral del país contra la violencia y el crimen, que no cesan de acribillar sus instituciones e inmovilizar su Estado de Derecho, y cuya garantía de seguridad para los ciudadanos constituye la más importante función de un régimen democrático y la principal asignatura pendiente de este, que se asume como autor de lo que llama la ‘cuarta transformación’ de México?
SM