La famosa tienda Liverpool se ha visto involucrada en polémica después de que se volviera viral por cancelar a miles de personas sus compras. Lo que ocurrió es que el 1 de agosto en la noche y madrugada del 2 de agosto, Liverpool recibió cientos de órdenes de compra por televisores Samsung en precios de los 1,500 a los 2,000 pesos, con tamaños entre las 43 y las 55 pulgadas.
Horas después, Liverpool comenzó a notificar sobre las cancelaciones de los pedidos, realizó reembolsos y hasta ofreció cupones promocionales del 10% para resarcir a compradores, según correos que se han compartido en redes.
Ahora, un grupo de más de 400 afectados se están organizando para acudir directamente con Profeco y hacer que el descuento ofertado a través del portal y app de Liverpool sea respetado. El caso recuerda a muchos otros, algunos de los cuales han ido a parar a demandas colectivas, como ocurrió con descuentos ofrecidos en el portal de Sony para consolas PS5 y que, al final, las consolas compradas fueron canceladas por la tienda oficial en línea.
Liverpool no ha estado disponible para dar comentarios sobre el tema al momento de hacer el cierre de este texto.
Algunos de los afectados recurrieron a contactar a la tienda a través de WhatsApp. Quienes lo hicieron, recibieron la explicación de que las compras fueron canceladas por “falta de inventario”, según conversaciones que hemos revisado.
La empresa de servicios de asesoría y representación legal, Gabmex, ya está dando acompañamiento a los afectados. El director administrativo de la empresa, Luis Hernández, dijo en entrevista que algunos de los correos enviados a los afectados en los que les notifican de la cancelación “están diseñados para hacer ver que el consumidor fue el que solicitó la cancelación”.
No obstante, incluso para quienes están siendo notificados, Hernández aclara que las cancelaciones sí atentan contra sus derechos como consumidores. En el mejor de los casos el grupo asesorado por la consultora en donde trabaja Hernández busca conseguir los productos al precio ofertado, pero si no es así, la Ley Federal de Protección al Consumidor indica que el proveedor debe compensar con una bonificación de al menos el 20% del precio pagado.