MÉRIDA, MX.- Recientemente, una de las docentes que labora en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) fue víctima de violencia laboral y de género al ser encerrada en una oficina en donde fue agredida verbalmente y también recibió amenazas, por lo que estudiantes salieron a protestar en su defensa en las instalaciones del plantel y gritaron “¡La facultad de Derecho encubre machitos!”.
La docente recibió una amenaza directa por parte del secretario administrativo del plantel y al exponer su caso, las autoridades universitarias ignoraron su caso.
A pesar de que describió que fue encerrada de manera arbitraria en el privado de la oficina por parte del administrativo para decirle que su contrato no sería renovado, su queja ante el protocolo de violencia de género de la misma institución ha quedado impune y por lo contrario, la maestra ha sido revictimizada.
Mientras tanto, la UADY lanzó un comunicado en el que indica que la queja de la maestra resultó improcedente “por versar sobre un asunto exclusivamente relativo a las obligaciones y los derechos laborales”.
Aunque en el comunicado se omitieron los nombres de las partes involucradas, se enunció que: ningún funcionario de esta facultad habría incurrido en un acto indebido.
Ante la indiferencia por parte de las autoridades, estudiantes decidieron unirse y apoyar a la maestra de quien incluso tienen una buena impresión en su desempeño.
El día de hoy se manifestaron para exigir que el caso se esclarezca y aunque piden la destitución del administrativo, en la facultad se ha informado que no es posible, ya que este ha solicitado su jubilación.
Las y los estudiantes piden a las autoridades académicas que actúen de acuerdo a la justicia, sin embargo, el director de la Facultad, Carlos Macedonio Hernández, salió a comentar que los gritos no son las vías de una manifestación, a lo que el alumnado respondió: ¡La facultad de Derecho encubre machitos!
“Hay que escuchar las dos partes. Somos estudiantes de abogados, acuérdense de que se tiene que conocer la verdad. Hay respeto a la libertad de expresión, pero hay que escuchar las dos partes, es un principio básico”, describió.
Macedonio Hernández no reconoció que los actos en contra de la maestra recaen en violencia laboral y de género.
Una de las estudiantes, de manera anónima dijo que no es la primera vez que se registran actos de violencia dentro de la facultad y que ante estas circunstancias las autoridades trabajan sin perspectiva de género.
Además, en medio de todo este proceso de denuncia y mientras el caso se ha hecho público, a la docente la sancionaron con tres días sin goce de sueldo.