El famoso oso negro que sorprendió a tres jóvenes en el Parque Ecológico de Chipinque en Monterrey, cuya selfie circula ahora por redes sociales, será trasladado a un zoológico, que será su nuevo hogar, debido a que es un animal improntado, es decir, que está tan acostumbrado a que le ofrezcan de comer, que ya representa un riesgo para la población.
Parques y Vida Silvestre de Nuevo León informó que el animal ya tiene antecedentes de captura.
El oso, de 96 kilos de peso y de entre tres y cuatro años, fue capturado el pasado 18 de julio en la cochera de una casa en la colonia Valle de San Ángel, en San Pedro.
“Seguramente el oso, como muchos de su especie y de muchas otras, vivían ahí tranquilamente, pero la expansión de las zonas urbanas residenciales ha invadido su hábitat. Y lo peor es que la gente, inconsciente o conscientemente, cree que es buena idea dejarles comida”.
“Al hacer esto, el animal se acostumbra y va en busca de alimento justo ahí en donde se encuentran las personas; en lo que no reparan los humanos es en que se trata de un animal silvestre, salvaje y con sólo un movimiento podría acabar con sus vidas”, explicó Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM).
Detalló que esta es la tercera ocasión en que se observa a este oso en calles y zonas residenciales de Monterrey, de hecho Parques y Vida Silvestre del Estado de Nuevo León, ya le colocó un dispositivo para poder identificarlo.
“Afortunadamente en esta ocasión la joven salió ilesa aún después de haber cometido la imprudencia de tomarse una selfie, pero tristemente ya es muy riesgoso dejar en vida silvestre al animal, pues la próxima vez que se acerque a la población, los humanos podrían no correr con tanta suerte, por ello es importante trasladarlo a un centro de conservación”, señaló.
Ernesto Zazueta recordó que hace exactamente un año, un oso negro fue sacrificado en Oregón, Estados Unidos, luego de que se familiarizara demasiado con las personas que lo alimentaban con regularidad y que se tomaban fotografías con él.
Las autoridades del condado concluyeron que el animal estaba demasiado acostumbrado a la interacción humana y que podía representar una amenaza para la seguridad de las personas, por lo que decidieron “dormirlo”.
Destacó que en México, sacrificarlo no es una opción, ya que el oso negro es una especie en peligro de extinción, precisamente por los cambios de usos de suelo y por la destrucción de su hábitat.
La AZCARM junto con los responsables de vida silvestre de Nuevo León están evaluando a qué zoológico será trasladado el oso negro una vez que haya sido capturado con todos los protocolos para garantizar su bienestar y asegurarse de que no se le haga ningún daño. Hasta el momento el Centro de Conservación Ecoparc Colima y el Zoológico de Culiacán han expresado su disposición para resguardar y cuidar al oso negro de Monterrey”, agregó.
Mientras tanto, algunos activistas recolectan firmas a través de la plataforma change.org, para que el animal sea mantenido en su habitat.