Sheinbaum: los mensajes políticos

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El minotauro

Por Nicolás Durán de la Sierra

La agenda presidencial sí que estará llena este viernes y no sólo por la conferencia matutina en Chetumal, sino porque desde allí Claudia Sheinbaum habrá de viajar a Guatemala para visitar al presidente Bernardo Arévalo y luego volar a Calakmul, en Campeche, para reunirse en privado con Johnny Briceño, primer ministro de Belice, dentro de una oficial reunión trilateral.

La reunión con Arévalo de León, diplomático de carrera y fundador del partido socialdemócrata, será relevante no por ser la primera, sino porque se tocará el tema del auge del tráfico de drogas en la frontera, donde entre narcos y soldados las balaceras no son ya noticia; sin ir más lejos, ayer fueron detenidos cinco mexicanos con un gran cargamento de cocaína.

Ya en México, el tema central de la reunión trinacional será, hacia Belice, la apertura de la ruta del Tren Maya, y hacia Guatemala la ampliación de la ruta del Tren Interoceánico. Ante la política fiscal de Donald Trump, el alza del comercio hacia sur será crucial. El mercado de Centroamérica recién fue impactado con un 10 % de aranceles en sus exportaciones a Estados Unidos.

Cercanía con Mara

Por otra parte, ya en otro ámbito, la visita de la presidenta Sheinbaum a Chetumal, refiere su cercanía con Mara Lezama. No sólo por “la nueva mañanera” en Chetumal, sino porque al inicio de semana la gobernadora fue invitada especial al Palacio Nacional a la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer, un gesto que habla de política de alto nivel.

Claro está que aún falta tiempo para el proceso electivo, que pueden ocurrir muchas cosas, pero a pesar de ello el tácito mensaje presidencial alienta al plan sucesorio de la gobernadora, la que habrá de hilar fino en el no tan terso tejido político local, sobre todo entre la base morena y la muy abundante grey verde que se vistió de guinda en la tienda de remate del poder público.

Del tintero: En boletín del Poder Legislativo se informó que pronto rendirán protesta las “personas juzgadoras” electas en las elecciones judiciales. La frasecita se las trae. “Nuevos jueces” quisieron decir, pero eso no les sonó nice.

Con salvedades, los animales no juzgan, sólo las personas, sean del pelaje que fuesen. Aquí no se hablará de excepciones, pero pasear por los juzgados sería didáctico. Cual dijo el filósofo de Ciudad Juárez: ¡pero qué necesidad, para qué tanta torpeza!

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