
Signos
Ahora la Ex (Primera Dama) que le impuso al Ex (Presidente de México, siendo su esposa) que exigiera a la Corona disculparse por los inhumanos atropellos de la Conquista contra los ‘pueblos originarios’ indefensos (entre esos abusos criminales el Virreinato mismo, el catolicismo guadalupano, el mestizaje, la cultura, el idioma y las injusticias padecidas desde hace cinco siglos en lo que, desde hace dos, es México) será feliz residenta de ese Reino que es la muy monárquica Madre Patria, a la que ha considerado bárbara y sanguinaria y de cuyas atrocidades coloniales habría de ser culpable, en nombre de sus ancestros imperiales, Don Felipe Sexto, ese Jefe del Estado que fuera enemigo del de su nacimiento, el Estado mexicano, donde ella, Beatriz Gutiérrez, instigó a su esposo, Andrés Manuel, el entonces Jefe del Estado mexicano y ahora ex (Jefe de Estado) para que culpara al español de las infamias cometidas en los territorios de los que ahora se despide para irse a cumplir con el mandato real en los que la reciben.
Y con ella y con la complutense formación universitaria del hijo de los Ex (Primera Dama y Primer Mandatario), del mismo modo que con el alma de la marca Prada del heredero obradorista al frente de la segunda cartera del partido de la transformación moral que dirige los destinos del Estado mexicano, y con las impudicias y el exhibicionismo turístico e inmobiliario del anterior presidente del mismo partido, Mario Delgado, y con las desvergüenzas retóricas monrealistas y ‘las barredoras’ del crimen organizado, como la de Adán Augusto, que operan al amparo o desde dentro de Fiscalías y Policías y tribunales y Gobiernos estatales y municipales y Comisariados Ejidales del mismo partido, sean de Tabasco o de Quintana Roo o de Guerrero o Sinaloa y Baja California y Tamaulipas, y con los ejemplos ya incontables de más y más delincuentes que operan tras el escudo del morenismo hegemónico y de la Presidencia de la República que los defiende con todo el peso de su demagogia básica (‘no hay pruebas, son campañas de la derecha’, punto) y de la inercia cómplice de su investidura; con todo eso encima y acumulándose, la causa del Bienestar y de la Regeneración Nacional se está yendo, sin remedio y sin contenciones, al excusado de la historia.
SM