
La última palabra
• La amenaza une a musulmanes y cristianos en rechazo.
• El interés de fondo: el petróleo y tierras raras del país africano más poblado.
Por Jorge A. Martínez Lugo
Le cambió de nombre al Departamento de Defensa y ahora es Departamento de Guerra; aun así ¡quería el premio Nobel de la paz!
Ahora declara la guerra contra Nigeria, país con petróleo y tierras raras. “Si atacamos, será rápido, feroz y dulce” escribió el orate.
UNE A NIGERIANOS EN SU CONTRA
Sin embargo, sucedió algo imprevisto: Nigerianos de todo el espectro religioso -tanto musulmanes como cristianos- rechazaron este mismo lunes las amenazas del presidente estadounidense de intervenir militarmente.
Nigeria es el país más poblado de África y está dividido en un sur cristiano y un norte musulmán; históricamente hay enfrentamientos en diversas regiones del país entre intereses que abanderan ambas religiones.
Por otro lado, el guerrero Trump, hace unos días, ordenó al Pentágono “comenzar de inmediato” las pruebas de armas nucleares, después de más de tres décadas que dejaron de realizarse. Está desesperado y es un peligro para el mundo.
Trump cree que la economía de guerra va a sacar de la profunda crisis económica estructural que padece Estados Unidos, que ya está desplazado de primera y única potencia mundial, a una más de las nuevas potencias mundiales, junto con China, Rusia e India, lo cual viene a reconfigurar el ajedrez mundial establecido después de la segunda guerra mundial.
ONU EN CRISIS IRREVERSIBLE
Las instituciones que se crearon para operar ese nuevo orden establecido, encabezadas por la ONU, OEA, OTAN, Unicef, FMI, BM, entre otras, también sufren desgaste irreversible, ya sin credibilidad en las últimas décadas.
Europa se debate internamente qué hacer, ante la definición abierta de EUA, no como un aliado, sino como competidor y hasta como enemigo; ahora, Trump se maneja con los líderes europeos como un jefe, no como iguales; Europa traga los sapos que ha criado en las últimas décadas.
GUERRA CONTRA NIGERIA
La última amenaza de guerra del “pelos de zanahoria” es desatar la guerra contra Nigeria, estratégico país de África occidental con más de 220 millones de habitantes, inventando otra especie de “terroristas”. Acusa a este país de ejercer violencia contra los cristianos, cargo que Nigeria ha negado reiteradamente.
Una vez más, lo que hace Trump es inventar alguna acusación para justificar la guerra, como lo hace en América Latina y en cualquier parte del mundo. Por supuesto, Nigeria tiene grandes reservas de petróleo y tierras raras, además, se ha pronunciado como una próxima economía BRICS.
Vivimos los coletazos del monstruo herido a muerte; los más peligrosos. La impotencia de la gran potencia, cuya muerte aun será lenta; como generación quizá ya no lo veremos, pero es inminente la decadencia del imperio de Estados Unidos. Usted tiene la última palabra.