A finales de noviembre pasado, medios de todo el mundo replicaron una nota roja ocurrida en la zona continental de Isla Mujeres: los restos óseos de al menos tres personas habían sido localizados en la selva cercana al hotel Planet Hollywood Cancún, sitio en donde desde hacía se reportó la desaparición de una docena de trabajadores de la construcción. La detención de dos presuntos involucrados en la muerte de éstos confirmó los rumores de que una célula del crimen organizado ha estado reclutando a jóvenes albañiles originarios de otras partes del país, para que trabajen con ellos en la venta de drogas en las decenas de obras que se efectúan en los Municipios del norte de Quintana Roo. Familiares de los desaparecidos exigen Justicia a las autoridades quintanarroenses, las cuales hasta el momento no han podido localizar los cuerpos de unas nueve personas. Desde luego, pueden ser muchísimas más, pues cada año miles de personas de escasos recursos, atraídas por la idea de que Q. Roo es tierra de oportunidades, llegan provenientes de Chiapas, Tabasco y Campeche, principalmente, y terminan por enfrentar la peor de las realidades, al terminar apostadas en algunos de los cinturones de la miseria que rodean las principales ciudades, donde quedan a merced de las enfermedades -físicas y mentales-, los vicios y la delincuencia. Los grupos delictivos que han sembrado el terror en esa parte del Estado estarían dejando la “sutileza” a un lado para comenzar a imponer ejemplos de lo que puede sucederles a quienes se nieguen a trabajar para ellos, a sabiendas de que las autoridades no han podido detenerlos.
Javier Ramírez
Han pasado dos meses del descubrimiento de los primeros restos humanos en las cercanías del hotel Planet Hollywood Cancún y desde entonces los familiares de los desaparecidos han efectuado diversas manifestaciones ante las autoridades para exigir que sean localizados, vivos o muertos, incluso si eso significa demoler el lugar.
Las autoridades han hecho mutis desde entonces y no han sido ubicadas más posibles víctimas. Sin embargo, eso no ha impedido a los criminales continuar con sus actividades, por lo que han salido a la luz nuevos casos de ataques en contra de los trabajadores de la construcción, lo que ha encendido las alarmas de que la delincuencia organizada esté utilizando la misma estrategia de “reclutamiento” que lleva a cabo en los Estados del norte del país.
Albañil mutilado
El pasado 26 de los corrientes, se dio a conocer que un albañil que laboraba en la construcción del hotel Riu, ubicado en Isla Blanca, en la zona continental de Isla Mujeres, había sido trasladado de emergencia a un hospital tras haber sido hallado afuera del referido complejo con severas lesiones que indicaban que había sido torturado.
En sus primeras declaraciones, Eduardo “N”, de 20 años de edad, refirió que estaba saliendo de trabajar cuando hombres armados lo interceptaron y subieron a la fuerza a un vehículo, en donde lo maniataron y golpearon hasta que finalmente lo dejaron abandonado en una zona de maleza, en la carretera que lleva a Punta Sam.
De acuerdo con el parte médico tenía mutilados dedos de manos y pies y presentaba fuertes golpes en abdomen, columna vertebral, tórax y fémur izquierdo que evidenciaron que había sido torturado durante horas.
En un operativo efectuado tras el reporte de la persona, se logró la captura de un sujeto que fue identificado como Luis Francisco “N”, quien presuntamente había participado junto con otros sujetos en el ‘levantón’ y ataque al empleado del hotel. En un teléfono celular que le decomisaron, los agentes hallaron videos en los que se observaba la tortura a una persona, aunque no se especificó si se trataba del antes referido.
Planet Hollywood Cancún, cementerio
En sus primeras declaraciones, Eduardo “N” señaló que había llegado semanas antes proveniente de una comunidad de Tabasco para poder llevar ayuda económica a su familia, y que los delincuentes que lo torturaron lo habrían confundido con un sujeto apodado ‘Chocolate’, quien sería el encargado de la obra de construcción del hotel, y quien estaría dedicado a la venta de droga en el lugar, como parte de una banda rival.
El caso recordó lo acontecido en noviembre pasado en el hotel Planet Hollywood Cancún, ubicado también en la zona continental de Isla Mujeres, donde al menos una docena de albañiles desapareció a lo largo de más de un año, algunos cuando fueron pedir trabajo y otros cuando ya estaban laborando en él.
A pesar de los reportes, las autoridades no tomaron acciones inmediatas para tratar de localizarlos sino hasta que el pasado 21 de noviembre fueron aprehendidos dos sujetos, Ezequiel “R” y Manuel “V”, quienes afirmaron haber participado en el ‘levantón’, tortura, muerte y desaparición de varios hombres, cuyos restos arrojaron cerca del hotel Planet Hollywood.
Horas después elementos de la Fiscalía General del Estado realizaron un operativo en el lugar y encontraron decenas de huesos y fragmentos de ropa.
En total, dijeron los especialistas, habían encontrado las osamentas de tres personas, una de ellas identificada como William Ariel, de 20 años de edad, quien fue reconocido por su madre por su ropa.
Tras darse a conocer la noticia, varias personas, la mayoría originarias de otros Estados, llegaron a Cancún para iniciar una manifestación frente al Palacio Municipal y denunciar la desaparición de familiares que habían estado laborando en el referido centro de hospedaje.
Hoteles intervenidos por el narco
En los primeros días de diciembre, los afectados denunciaron que llevaban meses buscando a sus familiares, mismos que coincidían en que estaban laborando en los hoteles Planet Hollywood y Beach Resort Cancún, y que si bien en ese momento se peleaba por localizar a una docena, habría más de 20 desaparecidos, aunque sus familias no habían podido llegar a Cancún para interponer la denuncia correspondiente.
Recordaron que varios de ellos son jóvenes que sólo habían acudido a dichos hoteles para pedir trabajo, pero ya no los dejaron salir, mientras que otros sí laboraron varios días, pero de pronto ya no regresaron a sus casas.
Sabiendo que las autoridades no habían tenido ningún avance en los casos, decidieron iniciar una investigación por su cuenta, en la que descubrieron que una organización criminal está operando en los hoteles de Cancún y la zona continental de Isla Mujeres.
Acusaron que los delincuentes amenazan a los trabajadores, principalmente albañiles, desde su primer día de trabajo, indicándoles que, compraran o vendieran droga, tenían que entregarles una cuota de 300 pesos diarios. Quienes se niegan, son asesinados.
En una lista preliminar se dieron a conocer los nombres de algunos de los desaparecidos: Jesús Moisés Dzib, de 22 años, desaparecido desde el 10 de enero del año pasado; Carlos de la Cruz Hernández, de 28, desde el 3 de julio; Ángel Jhoan de la Cruz, de 27, desde noviembre de 2019, y Érick Davíd García, de 19, desde el 10 de junio de 2019.
Familiares de Ángel Jhoan denunciaron que éste había llegado a Cancún proveniente de Macuspana, Tabasco, junto con otros 9 jóvenes, los cuales habían sido contactados por un contratista identificado como “Manolo”. Desde entonces no saben algo de las 10 personas, por lo que en total no serían 13 los desaparecidos, sino 23, hasta la fecha.
Operativos, inútiles
La presión de las familias llevó a las autoridades de los tres niveles de Gobierno a poner en marcha un operativo denominado “Construcciones Seguras”, en el que participaron elementos de la Policía Quintana Roo, de la Guardia Nacional, del Instituto Nacional de Migración y de la Policía de Investigación, con el que comenzaron a hacer revisiones en diversos hoteles y obras en construcción de Cancún para tratar de identificar casos de extorsión en contra de trabajadores de la construcción y demás personal de dichos sitios.
Lo cierto es que desde meses antes se habían estado registrando las desapariciones, e inclusive el 14 de enero de 2020 se reportó que siete sujetos llegaron a la obra en construcción del Planet Hollywood, en donde bajaron a un sujeto de una combi de servicio público, para llevarlo al sótano del lugar y ejecutarlo.
Apenas un día antes, un guardia de seguridad había sido ejecutado a balazos afuera de la construcción del hotel Riu.
En ese entonces las autoridades presumieron que se trataba de una lucha entre grupos criminales por el llamado “derecho de piso”, aunque ahora se sabe que han puesto en marcha estrategias que los cárteles usan en el norte del país, en Estados como Tamaulipas y Chihuahua, donde hacen publicaciones falsas de trabajo para atraer a jóvenes.
Tras presentarse en ciertos sitios, éstos son prácticamente secuestrados y llevados a lugares de entrenamiento escondidos en las montañas, en donde los entrenan para formar parte de bandas criminales. Si se niegan, son amenazados con matar a sus familias o, directamente, los asesinan para luego descuartizarlos o quemarlos, con lo que nunca más se vuelve a saber de ellos.