
La última palabra
• Leona Vicario no solo fue “la esposa de Andrés Quintana Roo”; fue protagonista en la construcción de un México libre; encarna la lucha de las mujeres que mucho antes de que existiera un discurso de igualdad, ya defendían con su vida la posibilidad de un país justo y soberano, afirmaron.
• “En Quintana Roo la historia, la identidad y la ciudadanía son sinónimo de la ruptura de un tejido social olvidado”.
Por Jorge A. Martínez Lugo
El 21 de agosto de 1842 se cumplieron 183 años del fallecimiento de la “Benemérita de la Patria” -título que sólo fue otorgado también a Benito Juárez-, María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, pero las autoridades municipales y estatales guardaron silencio; no se organizó alguna ceremonia para recordar su legado en la capital, aunque su nombre esté en letras doradas en el recinto legislativo.
Ante esta omisión, la ciudadanía se organizó y este 27 de agosto, seis días después de la fecha luctuosa, se realizó un homenaje ante la estatua de Leona Vicario, ya que los quintanarroenses le guardan un especial cariño, “no solo porque fue esposa del prócer don Andrés Quintana Roo, sino porque fue protagonista en la construcción de un México libre; encarna la lucha de las mujeres que mucho antes de que existiera un discurso de igualdad, ya defendían con su vida la posibilidad de un país justo y soberano”.
Una vez más, la ciudadanía da una lección de historia, valores y civismo, a las autoridades que deberían hacerlo, pero guardaron silencio, porque desconocen la historia local donde ahora viven o no se sienten identificados con sus valores.
El Consejo Ciudadano de Chetumal, que preside Georgina Marzuca Fuentes, junto con dirigentes de diversas organizaciones sociales que en otros momentos también se han unido para alzar la voz y hacer realidad que el poder radica en el pueblo, expresaron sus motivos en palabras de la señora Felipa Ramírez Anderson, luchadora social de toda la vida y férrea defensora de la identidad quintanarroense, cuyas palabras no tienen desperdicio, aunque su mensaje -que es el sentir de diversos sectores en toda la entidad-, se desvanezca en el aire:
“En nuestro estado su nombre debería resonar con fuerza, pues fue esposa y compañera inseparable de Don Andrés Quintana Roo, a quien nuestra entidad debe su denominación. No es posible comprender la historia de uno sin la del otro; fueron dos voces unidas en ideales, dos corazones enlazados en el amor por México. Y, sin embargo, mientras Andrés Quintana Roo ocupa un lugar destacado en la memoria colectiva, el nombre de Leona Vicario permanece relegado, casi en silencio, como si su herencia no tuviera el mismo peso”.
¿LLEGARON TODAS?
“Hoy, cuando se presume aquí y allá que ‘llegaron todas’, que son las mujeres sinónimo de libertad, justicia y grandeza de nuestro país, que son las mujeres que trascendieron de la casa a la política y del escarnio colectivo al reconocimiento nacional; en Quintana Roo sus gobiernos la olvidan, la invisibilizan y deliberadamente la hacen de menos, solo la recuerdan para actos políticos, olvidándose de la importancia histórica que significa su nombre en la construcción de las libertades y los derechos de las mujeres en nuestro país”.
MEDALLA AL MÉRITO
“Es cierto que hace algunos años se le otorgó una medalla al mérito ciudadano en su estatua, pero lamentablemente ni las autoridades ni la ciudadanía supieron explicar en realidad a quién se le estaba reconociendo. Un gesto vacío, carente de la profundidad histórica que merece una figura como la de Leona Vicario. Hoy debemos señalarlo con claridad: los homenajes sin conciencia histórica se convierten en simples actos protocolarios”.
“Por lo que todo Quintana Roo necesita rescatar y dignificar su memoria. Que nuestras autoridades municipales y estatales no olviden que la historia no se honra con silencios ni con homenajes vacíos, sino con el reconocimiento sincero y con el ejemplo que dejamos a las generaciones futuras”.
“Los quintanarroenses debemos rendir homenaje a Doña Leona Vicario porque su vida está ligada a nuestra identidad, porque representa un ejemplo de valentía femenina adelantada a su tiempo, porque su memoria ha sido injustamente relegada y porque en ella se sintetizan valores fundamentales para construir un Quintana Roo orgulloso de sus raíces y consciente de su papel en la historia de México”.
TEJIDO SOCIAL OLVIDADO
“Lo digo fuerte y claro, en Quintana Roo la historia, la identidad y la ciudadanía son sinónimo de la ruptura de un tejido social olvidado, despreciado por nuestras autoridades, caso concreto de nuestra insigne representante de las mujeres ante la historia de Quintana Roo: Doña leona Vicario”.
“¡Doña Leona Vicario, heroína de la independencia y orgullo de las mujeres quintanarroenses!” concluyó Felipa Ramírez. Usted tiene la última palabra.