CIUDAD DE MÉXICO.- La empresa estadunidense Baker Hughes informó que, según un despacho de abogados especializados en investigaciones y cumplimiento normativo, no hubo conflicto de interés en el hecho de que uno de sus directivos haya rentado su casa en Houston a José Ramón López Beltrán y Carolyn Adams, respectivos hijo y nuera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La revelación sobre esta casa, producto de un reportaje publicado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus, había despertado sospechas en México sobre un posible conflicto de interés, pues la empresa en la que labora el dueño del inmueble, Keith Schilling, ha sido una de las principales contratistas de Pemex desde hace décadas, particularmente en el sexenio de López Obrador.
En una aclaración dada a conocer hoy en un comunicado y en una conferencia de prensa en las oficinas de Pemex, Baker Hughes subrayó que Schilling estuvo en la empresa de 2016 hasta el 31 se diciembre, y que durante ese lapso «nunca trabajó en ninguna área relacionada con México, ni con o para clientes mexicanos», pues estuvo encargado de las operaciones de la empresa en Canadá.
La empresa resaltó que nunca tuvo conocimiento del arrendamiento de la casa, del que se enteró a través de la prensa mexicana, y que el despacho que contrató para investigar –la firma Grupo R. MC Connell– concluyó que la renta de la casa se llevó a cabo «a través de un proceso de solicitud de arrendamiento convencional y en su momento, acorde a condiciones de mercado».
«Seguimos teniendo certeza de que no existe ningún conflicto de intereses o relación entre nuestra empresa, el señor Schilling, Pemex y un tercero», insistió.