Critican apatía oficial de Quintana Roo ante reivindicación de la Cuna del Mestizaje en Belice

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Por Francisco Hernández

CHETUMAL.- La consultora ambiental y activista chetumaleña María Luisa Villarreal Sonora criticó la apatía institucional del estado de Quintana Roo ante la reivindicación en Belice de la Cuna del Mestizaje, puesto que en lugar de destinar fondos a investigar, fomentar y promover la identidad cultural propia, ha preferido patrocinar un festival que se celebra anualmente en la ciudad de Corozal, que reclama haber sido la sede de la capital de la provincia maya de Chactemal.

Mientras el Himno a Quintana Roo y el discurso oficial del Gobierno del Estado dicen que la Cuna del Mestizaje fue su actual capital, Chetumal, o un lugar cercano a aquí, la realidad es que no se han patrocinado investigaciones para determinar que del lado mexicano del Río Hondo se encontraba la histórica Chactemal, donde habría tenido lugar la unión matrimonial de la princesa de ese cacicazgo maya, Zazil Ha, y el náufrago español Gonzalo Guerrero.

En cambio, en Belice la Sociedad Histórica Nacional y otras instituciones académicas y arqueológicas aseguran que en lo que hoy es la actual ciudad de Corozal, ubicada a orillas de las mismas aguas que del lado mexicano se convierten en la Bahía de Chetumal, es donde estuvo Chactemal, y que la solitaria pirámide que queda como vestigio de un asentamiento prehispánico, que hoy se conoce como Santa Rita y está en un parque rodeado por la marcha urbana, es el resto testimonial de la sede de aquel cacicazgo que fue la Cuna del Mestizaje en el continente americano.

Esta reivindicación de la ubicación de la Chactemal Cuna del Mestizaje maya-español, que también realiza, pero con timidez, el estado de Quintana Roo, ha tenido mayor promoción institucional en Belice durante la última década, cuando se decidió realizar anualmente en festival en la pirámide de Santa Rita, que favorablemente tiene un frente con forma de escenario teatral.

Allí se representa una boda maya, aderezada con representaciones de bailables y juegos de pelota prehispánicos, así como danzas folcklóricas y cantos de la cultura mestiza de la Península de Yucatán y Centroamérica, celebración que en los últimos años más claramente buscan convertir en un atractivo turístico, tanto que hasta le cambiaron de fecha de febrero a agosto porque entonces se tiene un mayor número de visitantes.

En este festival participa desde hace varios años con sus bailables el Ballet Folklórico de Quintana Roo, pues el gobierno estatal aparece como su constante patrocinador, junto con el Instituto de la Cultura y las Artes del estado (ICA), cosa que no hace, por ejemplo, la Embajada de México en Belice.

Este patrocinio otorgado por el Gobierno del Estado de Quintana Roo a la reivindicación en Belice de la Cuna del Mestizaje, mientras contrariamente demuestra una apatía institucional ante la histórica reivindicación que también se ha hecho en su propio territorio, especialmente en su capital, Chetumal, fue la que criticó la activista María Luisa Villarreal Sonora, dejando patente de nuevo la indiferencia que existe en las recientes administraciones a todo lo que tenga relación con la historia y la identidad regional, desde el cráneo escondido del caudillo de la Guerra de Castas Bernardino Cen hasta el ninguneo a la estatuas de Don Andrés Quintana Roo, y ahora incluyen la indiferencia hacia el título de la Cuna del Mestizaje.

“Celebración y prácticamente decreto de Corozal como cuna del mestizaje, patrocinado en parte por el gobierno del estado de Quintana Roo… No perdimos por forfit, fue autogoliza. No hay fondos para consolidar nuestra identidad, nuestro legado, nuestra historia…pero sí para patrocinar la consolidación del vecino de enfrente”, difundió en sus redes sociales la consulta ambiental, que también se dedica a escribir textos relacionados con la historia local.

“Muy bien jugado hermanos de Belice, muy bien ustedes. Se lo merecen. Y nosotros también nos lo merecemos por apáticos y desorganizados”, remató.

La activista consideró que la Recreación de la Boda Maya, como se llama el festival en la pirámide de Santa Rita que recuerda la unión de Zazil Ha y Gonzalo Guerrero, este año sienta un precedente de Corozal con la Cuna del Mestizaje, algo de lo que avisó hace dos años, cuando dio a conocer una publicación de Héctor Silva, reconocido miembro de la Sociedad Histórica Nacional de Belice, sobre la ubicación de Chactemal en donde está ahora Corozal, tesis que sostuvo desde el 2018 en una reunión de historiadores de todo el continente americano y que hasta la fecha no ha sido refutada, según el historiador beliceño.

Santa Rita, la capital Chactemal

En Santa Rita, la placa colocada por el Instituto Nacional de Cultura e Historia de Belice dice que el monumento hoy rodeado por la ciudad de Corozal es vestigio de un asentamiento que comenzó como aldea alrededor del año 1200 antes de Cristo, durante el Preclásico de la historia maya, y para el Clásico Temprano (300-550 después de Cristo), había pasado de ser una pequeña aldea a un sitio con arquitectura monumental en el área de la Estructura 7, la pirámide que queda como único vestigio.

Afirma que esta ciudad maya probablemente controlaba el comercio a lo largo del Río Hondo y el Río Nuevo en esta área, lo que llevó a su aumento poblacional en el período Clásico Tardío (550-900 después de Cristo).

Sin embargo, asegura que su máxima ocupación poblacional fue en el Posclásico Tardío (1300-1539 después de Cristo), es decir, en el período que incluye la llegada de los españoles a América y la conquista de México y la Península de Yucatán, y el señorío atribuido a Nachan Ka’an, padre de Zazil Ha.

Según el instituto beliceño, para el momento del naufragio de Gonzalo Guerrero en las costas del oriente de la Península de Yucatán, lo que es ahora Santa Rita había creado una red comercial más amplia que llegaba hasta Sudamérica y disfrutaba del estatus de capital provincial maya de Chetumal (puesto exactamente como dice el texto de la placa).

Los beliceños presentan el festival anual de la Cuna del Mestizaje en Corozal como una celebración de la belleza, el patrimonio y la unidad de nuestra cultura mestiza maya-española.

Mientras tanto, Quintana Roo queda como tímido reclamante de dicha cuna, cada vez más apagado aunque cotidianamente se entone dicha reivindicación en las estrofas del Himno a Quintana Roo, pero realmente reducido a sólo descuidadas estatuas de Gonzalo Guerrero y Zazil Ha en la ciudad de Chetumal.

Mientras tanto, ni el ICA ni el ayuntamiento de Othón P. Blanco han realizado esfuerzos institucionales para apoyar la investigación histórica sobre la Cuna del Mestizaje, por lo que también hace suponer que se acepta la tesis histórica de que la antigua Chactemal se encontraba en Corozal, al otro lado del Río Hondo, situación que tampoco tiene mayor problema para ser aceptada de constatarse la evidencia, tomando en cuenta el vínculo histórico con esa región, que fue el refugio de las familias criollas, mestizas e indígenas que fueron desplazadas de Bacalar durante la Guerra de Castas y varios de sus descendientes son los que volvieron a México para fundar en 1898 Payo Obispo, la actual Chetumal.

Tampoco las autoridades quintanarroenses patrocinan festivales en torno a la Cuna del Mestizaje, a diferencia de la inteligente iniciativa de Belice, y penosamente los empresarios locales se han tenido que inventar una puesta en escena de Mayas y Piratas como atractivo turístico, aunque los piratas son un elementos histórico vinculado a Bacalar y no a un Chetumal que no existía en la época de esos ataques.

También se ha criticado que no se fomenten actividades relacionadas a pesar de tener junto a Chetumal la zona arqueológica de Oxtankah, también ubicada cerca de la bahía, pero que no tiene promoción con actividades de parte de las autoridades locales.

Tampoco el distrito de Corozal, Belice, es el único que reclama la Cuna del Mestizaje en el continente americano, pues en México el Estado de Quintana Roo tiene otro competidor, que es el Estado de Tlaxcala, que también se presenta con este título con mayor fuerza institucional.

La reivindicación de Tlaxcala se fundamenta en que los tlaxcaltecas fueron el primer pueblo indígena que se alió con los españoles liderados por Hernán Cortés para derrotar al Imperio Azteca y conquistar Tenochtitlán, lo que le valió a sus caciques obtener privilegios como dominios de tierras y pueblos, conservar sus apellidos indígenas aunque tomaran nombres españoles al bautizarse cristianos, así como obtener escudos de armas por su participación en las campañas para conquistar a otros pueblos indígenas de lo que hoy es México, durante la primera etapa del Virreinato de la Nueva España.

Así que el Estado de Quintana Roo en realidad siempre ha sido indiferente a la reivindicación de la Cuna del Mestizaje, que no pasó de ser una moda oficial en algunos gobiernos, pero no dio impulso a iniciativas para investigar esos orígenes, que confirmen o nieguen que en realidad Chactemal estuvo del lado mexicano del Río Hondo o del lado beliceño.

Por lo pronto, Belice ya lleva la delantera, puesto que sostiene tener investigaciones históricas y un vestigio arqueológico que lo sustentan.

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