Cara Delevingne atraviesa momentos de suma preocupación. La supermodelo británica de 30 años fue vista en el Aeropuerto Van Nuys de Los Ángeles, California, en un estado de confusión y marcadamente desmejorada, lo que despertó las alarmas en su círculo íntimo. A tal punto que su familia evalúa una intervención que podría desencadenar en una hospitalización para preservar su salud.
“Todos estamos increíblemente preocupados. La situación se ha ido gestando desde hace unas semanas, y la familia de Cara está involucrada. Se habla de organizar algún tipo de intervención y asegurarse de que Cara reciba la ayuda que puede necesitar”, dijo un amigo cercano al diario inglés The Sun el miércoles.
Delevingne, quien en las últimas semanas fue fotografiada junto a otras celebridades, hizo su última aparición el lunes en Los Ángeles, luciendo desalineada, con la mirada por momentos perdida y visiblemente nerviosa antes de subir al jet privado del rapero Jay-Z, del cual fue descendida. Ese día y de acuerdo al periódico DailyMail, Cara parecía incapaz de controlar los movimientos de su cuerpo en ciertos momentos, caminando de forma nerviosa y como si no pudiera dejar de moverse.
Lo que extrañó a muchos fue lo que pudo haber sucedido en el avión privado. La supermodelo británica abordó, junto a sus maletas, y permaneció 45 minutos en el interior de la nave hasta que descendió. Su perro, Alfie, también subió al aeroplano. Dos hombres también estaban a bordo junto a ella y salieron al mismo tiempo que la estrella.
Fuentes cercanas a Delevingne afirmaron que estuvo en el avión menos de una hora, aunque no está claro si se le pidió a la londinense que abandonara el avión o no. Una vez de vuelta en la pista de despegue, Cara fue vista junto a su perro y uno de sus custodios hablando por teléfono mientras fumaba de manera ininterrumpida. “Ella acababa de pasar días en el desierto, sin comer mucho y tenía un aspecto desaliñado porque no había tenido tiempo de asearse todavía”, dijo un allegado a la estrella.
“Sus amigos están preocupados por ella en general tras un comportamiento errático, pero tiene un buen grupo a su alrededor. Su hermana estaba en el festival con ella. No estaba sola y ella la apoya”, dijo un amigo. Unas semanas antes de que salieran a la luz estas fotos, la modelo celebró su cumpleaños número 30 en Ibiza, España. “Estaba más desarreglada de lo que había estado en mucho tiempo, pero dice que está bien, que está bien por haber cumplido 30 años y que se lo está pasando muy bien”, contó otro miembro de su círculo cercano a DailyMail.
Delevingne le dijo en 2015 a la revista Vogue: “Un padre adicto marca la infancia de cualquier niño. Creces demasiado pronto porque estás haciendo de padre de ellos. Mi mamá es una persona asombrosamente fuerte con un corazón enorme, y la amo. Pero una adicción no es algo de lo que uno se recupere, no lo creo. Sé que hay gente que dejó las drogas y está bien, pero no es el caso. Ella sigue luchando”.
Si sus hermanas mayores se sobreadaptaron al drama familiar para destacarse en el colegio y en los eventos sociales, Cara –seis años menor– fue una niña solitaria y melancólica, que se aburría en las carreras de caballos y no parecía encajar en las convenciones de la clase alta inglesa. En esa entrevista con Vogue, recordó que pasaba mucho tiempo en consultorios de psicopedagogos y neurólogos, que en general terminaban frustrándose con ella. Todo era desconcertante: a los 9 años le dijeron que podía leer como si tuviera 16, pero a los 16 le dijeron que tenía la habilidad lectora de una chiquita de 9.
Ahora, el mismo círculo familiar que supo salir de esos años complicados sería el mismo que estaría dispuesto a ayudar a la menor de las Delevingne, la supermodelo británica de 30 años que supo revolucionar la industria de la moda la última década.