Descalifica Andrés Manuel la costosa existencia de estructuras alternas a los tres poderes del Estado

El presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene reparos cuando se trata de exhibir la opacidad y  la improductividad que ha identificando la existencia de la mayoría de los organismos públicos federales y locales autónomos dedicados a fiscalizar y transparentar tanto las elecciones de donde emanan los representantes populares como el ejercicio de todos los servidores públicos del Estado, y que en lugar de ser factores decisivos para consignar a los delincuentes de la política y la burocracia de los Poderes republicanos lo que son en realidad es cómplices, de acción o de omisión, de todos ellos, con un costo, en términos de impunidad y de desperdicio de recursos, de los más elevados, censurables y suprimibles del país. “¿Cuándo me voy a aprender todas esas siglas?”, dijo, llevándose las manos a la cabeza, refiriéndose a la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica), a la que acusó de no haber emitido un fallo en dos años y representar solo un despilfarro de recursos. De igual manera, se preguntó por el -“Me enteré de que existe… ¿cómo se llama?”-Conapred (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación), pese a que el año pasado designó a su directora y la presentó en una de sus conferencias mañaneras. López Obrador considera que los organismos autónomos y descentralizados son costosos, inútiles e incómodos. Y no solo eso: son peores. Son un contrasentido o la más clara evidencia de la mala calidad democrática de México. El Instituto Nacional Electoral es el principal ejemplo de dispendio y de perjuicio nacional. “Es el aparato de organización de elecciones más caro del mundo”, aseguró. Y es así, porque si las instituciones primarias del Estado responden, en efecto, a la vocación ciudadana -diversa y libre- plasmada en las urnas, son entonces legítimas, transparentes y competentes para autorregularse a partir del ejercicio constitucional y de la responsabilidad en las funciones de vigilancia, equilibrio e interacción entre los Poderes públicos de todos los niveles -y a partir de dicho mandato constitucional-, que para eso son ya autónomos y soberanos. De modo que si esa institucionalidad es representativa y legítima en sí misma gracias al poder del voto ciudadano, ¿cuál es la justificación de otra institucionalidad ‘ciudadanizada’ para observar y sancionar de manera alterna el ejercicio de aquella? ¿No es de lógica simple entender que si un Estado no es democrático y representativo, todo lo que se produzca en él tampoco lo será, como los Poderes públicos originarios o los que emanen de ellos para vigilarlos a ellos (¿porque dónde, si no es en esos Poderes orgánicos innatos -el Legislativo y el Ejecutivo, dependientes del sufragio popular directo-, es que se incuban los órganos autónomos y ciudadanizados de fiscalización de aquellos?). Elegir legisladores y gobernantes -responsables ya de nombrar ministros y magistrados del Poder Judicial-, que a su vez elegirán consejeros electorales y de todo tipo de órganos fiscalizadores de los Poderes Ejecutivos, Legislativos y Judiciales porque se desconfía de su proceder, ¿es propio de un sistema democrático serio?… No. Ese no es más que un derroche descomunal para legalizar una igualmente desproporcionada simulación política encubridora del mayor fraude democrático mundial. Las democracias sociales verdaderas crecen en la civilidad y la honorabilidad representativa. En México, el intenso reformismo del sistema democrático de las últimas décadas es producto de las causas mercenarias más perversas y enemigas de la nación y de sus grandes mayorías populares. ¿Qué democracia civilizada y funcional del mundo requiere reformas constitucionales y financiamientos tan grandes para operar estructuras burocráticas masivas y permanentes dedicadas a fiscalizar y sancionar el comportamiento de sus instituciones legislativas, de Gobierno y de Justicia? ¿No en Estados Unidos el Congreso integra comisiones de investigación –con fiscales especiales externos, cuando es necesario- sobre presuntos actos inconstitucionales del Ejecutivo y de todo el aparato del Estado, como el Poder representativo por excelencia que es de la voluntad general? Las elecciones mexicanas son las más costosas del mundo y sus instituciones autónomas son para el mero formalismo de la limpieza electoral, pues el ‘dinero negro’ del erario invertido para hacer ganar a los candidatos de los gobernantes que los financian con ese recurso –que representa las dos terceras partes de lo que cuestan los procesos, según los estudios especializados- nunca es identificado y los culpables principales de su desvío jamás son castigados. No es casual que mientras más se ha gastado en la modernización electoral y más instituciones existen para defender el sufragio y la transparencia en el servicio público, más violencia y más corrupción han hundido al país. El dinero para esas instituciones solo ha favorecido la elección de delincuentes políticos y la impunidad que los ha cobijado.

Javier Ramírez

En las últimas semanas, el jefe del Ejecutivo federal se ha enfocado en exhibir las funciones de los órganos públicos autónomos como el Conapred, el INE y la Cofece, debido a que pese a contar con un gran presupuesto sus resultados han sido mediocres, por decir lo menos.

Sin embargo, no es la primera vez que López Obrador expone a dichos organismos, pues desde el comienzo de su administración ha trabajado en cerrar el paso de la corrupción en aquellos que son de vital importancia en ciertas áreas, como es el caso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Centro Nacional de Control Energía (Cenace). Ya son varios los titulares de organismos que han sido destituidos o que han renunciado en el año y medio de la actual administración federal.

La polémica del Conapred

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que durante años había pasado prácticamente inadvertido, se puso en el centro de la opinión pública cuando se dio a conocer que canceló la participación del ‘comediante’ José ‘Chumel’ Torres Morales en un encuentro sobre discriminación y racismo debido a que meses antes había llamado ‘chocoflán’ al hijo del presidente López Obrador.

Cuando los medios comenzaron a hacer eco de la decisión, las críticas en contra de la misma no se hicieron esperar, hasta que finalmente el mandatario abordó el tema en una conferencia.

“Ahora que hubo una polémica por un comentarista de redes sociales que fue invitado para un debate me enteré de que existe, ¿cómo se llama?, Conapred. Es que un día voy a poner aquí cuántos organismos crearon, para todo […] y fue cuando más [sus creadores y los funcionarios y gobernantes de su tiempo] robaron”, señaló.

Tras expresar que personas como el referido comediante se caracterizan por despreciar a otros, y que la cancelación del foro en el que participaría es cuestión de sentido común y no de coartar la libertad de expresión, el presidente se enfocó en exhibir al Conapred.

“Yo les preguntó a los mexicanos, ¿sabían que existía ese organismo?(que, por cierto,¿cómo se llama?, ¿Conapred?) ¿Sabían los mexicanos del Conapred? Ya me enteré: lo crearon durante el Gobierno del presidente Fox”, aseveró.

ElConapred fue creado en 2003 por la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, y su primer presidente fue Gilberto Rincón Gallardo, quien en el año 2000 participó como candidato presidencial bajo las siglas del ya desaparecido partido Democracia Social.

Finalmente, el presidente propuso desaparecer el organismo y encargar sus funciones a la Secretaría de Gobernación. Días después, Mónica Maccise y Regina Tamés Noriega, presidenta e integrante de la Asamblea Consultiva del Conapred, respectivamente, presentaron su renuncia al cargo.

INE, organismo corrupto

El enfrentamiento entre Andrés Manuel López Obrador y el Instituto Nacional Electoral (INE) data de mucho tiempo atrás, desde que el primero lanzó su primera candidatura presidencial y el segundo trabajaba con las siglas de Instituto Federal Electoral (IFE).

López Obrador ha experimentado en primera persona la corrupción que desde hace décadas ha imperado en aquel organismo público, al permitir abiertamente la violación de las leyes a favor de los anteriores partidos que han estado en el poder.

Este año el INE cuenta con un presupuesto que asciende a los 11 mil 421 millones 793 mil 365 pesos. Y una buena parte del mismo está destinado al pago de sus consejeros, quienes el año pasado recibieron un amparo por parte de un juez para omitir la Ley Federal de Remuneraciones, que estipula que debían reducir sus ingresos para hacerlos menores a los percibidos por el presidente de la República (108 mil 305 pesos al mes). De esta manera, quienes interpusieron dicho amparo -entre ellos el consejero presidente Lorenzo Córdova- reciben un sueldo de 178 mil 324 pesos netos, mientras los que no lo hicieron se quedaron con 91 mil 473 pesos.

Por ello, al hablar de los organismos obsoletos, el presidente Andrés Manuel no tiene reparos en calificar al INE como el “aparato de organización de elecciones más caro del mundo”, señalándolo de nunca garantizar elecciones limpias.

“Nosotros triunfamos[en 2018] porque era imposible hacer un fraude, pero en las elecciones anteriores [el IFE, hoy INE] lo permitió. Un día vamos a presentar la estructura del INE y lo que cuesta. Buscaremos reajustar las estructuras, que no haya duplicidades”, aseveró, al tiempo que anunció que él se convertirá en “guardián” de las próximas elecciones. “Si yo me entero de que están comprando votos, utilizando presupuestos para favorecer a un partido o candidato, estoy obligado a denunciarlo, ¿o no puedo?”, preguntó.

Los comentarios del presidente molestaron a Lorenzo Córdova, quien respondió: “México ya tiene un guardián de las elecciones, un organismo constitucional autónomo que es garante de nuestra democracia”.

Ante el enojo de Córdova, el mandatario federal recordó las irregularidades cometidas por el INE en su historia, como el hecho de “quedarse callados ante el fraude, las compras de votos, el rebase de topes de gastos de campaña”, como se pudo ver en los comicios del 2012 por parte de la coalición del PRI-PVEM para beneficiar al candidato Enrique Peña Nieto.

“¿Y saben quién terminó acusado de rebasar el tope de campaña?,nosotros”, finalizó el presidente.

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