
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante las diferencias surgidas al interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que “nadie es portador de la verdad absoluta de la cuarta transformación”, al subrayar que ese papel corresponde únicamente al pueblo de México.
Durante su conferencia matutina, la mandataria fue cuestionada sobre los señalamientos cruzados entre funcionarios de la SEP, luego de que el titular de la dependencia, Mario Delgado, defendiera la Nueva Escuela Mexicana como una política de Estado, en respuesta a declaraciones del director general de Materiales Educativos, Marx Arriaga, quien llamó a organizar “contrapesos reales” frente a lo que consideró intentos de privatización de la educación.
Al respecto, Sheinbaum minimizó la existencia de una confrontación interna. “¿Cuál rebelión interna?”, cuestionó, y recordó que el movimiento al que pertenece siempre ha defendido el derecho a la educación, una lucha que —dijo— hoy se mantiene y se refuerza.
En ese contexto, enfatizó que ninguna persona puede adjudicarse la representación ideológica del proyecto de la cuarta transformación. “Una persona no puede ser portadora de las ideas de la cuarta transformación. El único que lo es, es el pueblo de México, quien observa, evalúa y juzga nuestro trabajo”, sostuvo.
La presidenta reconoció que existen debates al interior de la SEP, pero consideró que estos son normales en cualquier institución. Aseguró que la dependencia cumple con su función fundamental de garantizar el derecho a la educación y respaldó el desempeño de Mario Delgado al frente del organismo.
“Hay debate interno, es normal que haya debate interno, pero la SEP tiene que cumplir una función y está haciendo muy buen trabajo Mario Delgado”, afirmó, al tiempo que llamó a trabajar en equipo, aun cuando existan posturas distintas.
Cuestionada sobre la permanencia de Marx Arriaga en su cargo, Sheinbaum señaló que dependerá del propio funcionario, aunque reiteró que la diversidad de ideas es válida siempre que se mantenga el trabajo coordinado.
Finalmente, insistió en que los desacuerdos no representan una crisis al interior de la dependencia. “Hay veces que hay desacuerdos, pero no pasa nada”, concluyó.