De entre los gobernadores ‘aliancistas’ que más han acusado a la Federación de no entregar a los Estados del Norte las participaciones que, aseguran, les corresponden, destaca el de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, ‘El Bronco’, quien desde que asumió el cargo se ha visto involucrado en diversas irregularidades, entre ellas haber utilizado recursos públicos para impulsar su candidatura independiente a la Presidencia de la República, por lo que inclusive ha estado a punto de ser destituido e inhabilitado por el Congreso de esa entidad. Tras su pobre gestión, con la que elevó en casi 25 por ciento la deuda de Nuevo León, a ‘El Bronco’ no le ha quedado de otra que recurrir al golpeteo político con tal de desviar la atención pública, dejando un mal precedente para quienes busquen en un futuro llegar a una gubernatura de manera independiente. Su manera de gobernar y conducirse es, guardando las debidas proporciones, similar al de Vicente Fox, quien desilusionó a quienes creyeron en él porque aseguraba ser ‘hombre del pueblo’, pero que al final resultó ser solo un ranchero inculto, incapaz de llevar una administración a buen puerto.
Javier Ramírez
Cuando Rodríguez Calderón anunció en 2015 su candidatura independiente al Gobierno de Nuevo León, la sociedad mexicana había empezado a sentir simpatía por quienes aspiraban a un cargo público sin el respaldo de los partidos políticos, a los cuales ya veían como lacras tras varias décadas de decepción.
Por esa razón, además de Rodríguez Calderón, otros dos independientes lograron salir victoriosos en los comicios de ese año: Manuel Clouthier, como diputado federal de Sinaloa, y Pedro Kumamoto, como legislador local de Jalisco.
Sin embargo, la emoción por los independientes no duró mucho, pues cuando en 2018 el primero intentó alcanzar la Presidencia de la República y los otros dos la senaduría, la gente les retiró su apoyo. En poco menos de tres años, ‘El Bronco’ había conseguido decepcionar a los neoleoneses, debido a un mal manejo de la seguridad pública y de las finanzas.
La mayor deuda
El pésimo manejo financiero de ‘El Bronco’ fue exhibido recientemente en un reporte que el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, realizó sobre los 15 gobernadores que dejarán el cargo el próximo año.
De ese total, ocho incrementaron la deuda estatal durante su administración, siendo Jaime Rodríguez el que más daño a las arcas ha ocasionado, pues recibió el Gobierno con una deuda de 63 mil 832 millones de pesos, pero al corte del segundo trimestre de este año la misma asciende a 79 mil 626 millones, es decir, un incremento del 24.74 por ciento.
En segundo lugar, aparece la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, quien aumentó la deuda de 22 mil 781 millones, a 28 mil 103 millones de pesos.
En contraste, seis mandatarios consiguieron reducir su deuda, siendo el mejor posicionado el de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, quien logró bajarla en casi 80 por ciento, al pasar de mil 626 millones de pesos a solo 333 millones.
Para justificar ese aumento, ‘El Bronco’ ha centrado su discurso en acusar al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de mantener una política “centralista” y de no devolver lo justo a los Estados que más impuestos aportan.
Ahora asegura que el Estado ya no tiene recursos para entregar al Congreso, ni a la Fiscalía General de Nuevo León, por lo que les ha pedido no pedir mayor presupuesto para el próximo año. Aun así, afirma que ningún organismo o institución cerrará por falta de dinero.
Derroche de los gobernadores
Y es que a ‘El Bronco’, al igual que al resto de los mandatarios estatales que hoy están “distanciados” de la Federación, se le hizo fácil contratar millonarios créditos que supuestamente serían utilizados para inversión pública, pero que terminó usando para refinanciar sus deudas.
A principios de este año, 21 gobernadores habían contraído 78 obligaciones financieras, por un monto de 62 mil millones de pesos, esperanzados en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pondría el hombro para pagarlas.
Pero cuando la dependencia federal les informó que, derivado de la contingencia sanitaria por el Covid-19, habría un ajuste a la baja en el dinero que recibían, de inmediato comenzaron a acusar al Gobierno federal de no apoyar a los ciudadanos.
Irónicamente, dicho ‘movimiento’ de gobernadores rebeldes está encabezado por quienes gobiernan las entidades que se han jactado de ser las más desarrolladas del país: Enrique Alfaro, de Jalisco; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila, y Silvano Aureoles Conejo, de Michoacán.
Para cuando la crisis sanitaria estalló, Rodríguez Calderón ya había contraído una deuda de 4 mil 941 millones de pesos.
Esto motivó al presidente López Obrador a instruir al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a no otorgar a los mandatarios nuevos avales para contratar más deuda o créditos, pues, dijo, los gobernadores han seguido derrochando en lugar de apretarse el cinturón.
Con las ‘mañas’ del PRI
‘El Bronco’ ha presumido ser un independiente de la política, pero no hay que olvidar que durante casi 15 años militó en las filas del Partido Revolucionario Institucional de Nuevo León, el cual lo llevó al Congreso de la Unión, al Congreso local y a la Presidencia del Municipio de García.
Una vez en la gubernatura, la tasa de homicidios se incrementó de 6.78 a 8.38 por cada 100 mil habitantes, mientras que la de secuestros pasó de 0.33 a 0.48 por cada 100 mil.
Con la llegada de Rodríguez Calderón la violencia se fue apoderando de Nuevo León, llegando a su punto máximo en febrero de 2016, cuando integrantes del Cártel de los Zetas iniciaron un enfrentamiento en el penal de Topo Chico, que dejó un saldo de 49 reos fallecidos, la mayor cantidad de muertos registrada en un motín en alguna cárcel del país.
A finales de 2017 ‘El Bronco’ solicitó licencia para lanzarse como candidato independiente a la Presidencia de la República, para lo cual inició una campaña para recaudar firmas y conseguir el apoyo del uno por ciento del padrón electoral en al menos 17 Estados del país.
Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral (INE) detectó que del total de firmas presentadas, 266 mil 357 estaban duplicadas, más de 500 mil tenían inconsistencias, 158 mil 532 estaban simuladas y más de 205 mil eran fotocopias, por lo que no procedía su registró como candidato. Sin embargo, consiguió impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que finalmente le dio el aval.
Al final, Rodríguez Calderón fracasó estrepitosamente y regresó a la gubernatura de Nuevo León, donde luego de una investigación fue acusado de utilizar recursos humanos y materiales del Estado durante su campaña a la presidencia.
El TEPJF determinó entonces que ‘El Bronco’ empleó a 572 funcionarios públicos para recabar firmas para su candidatura, por lo que emplazó al Congreso local a sancionarlo a más tardar el 20 de diciembre del año pasado.
El gobernador y su cómplice, el secretario general de Gobierno Manuel González Flores, interpusieron recursos ante diferentes instancias, con lo que el proceso se retrasó. El Tribunal Electoral volvió a emplazar a los diputados locales a definir una sanción en abril de este año, con lo que se esperaba la destitución e inhabilitación de ambos, pero los legisladores del Partido Acción Nacional y del Partido del Trabajo presentaron un dictamen para que solo fueran sancionados con una multa de 317 mil pesos, por lo que no hubo consenso y al final ambos dictámenes fueron desechados.
La Comisión Anticorrupción del Congreso tendrá que elaborar un nuevo proyecto y convocar a otra sesión, pero no hay fecha para ello.