El firmamento de los cretinos

El Minotauro

Por Nicolás Durán de la Sierra

Los dos acusan un acentuado cretinismo; ambos sufren de megalomanía, aunque en distinta tesitura. Uno, sin duda, por bocón perderá la candidatura al gobierno de Quintana Roo por el Movimiento Ciudadano; el otro, por sus erráticos berrinches, le da publica razón a su enemigo favorito, el presidente López Obrador, quien afirma que urge refundar el Instituto Nacional Electoral.

Lorenzo Córdova, el presidente del INE, tras fallar ante la Suprema Corte de Justicia en su afán por hacerse de un millonario presupuesto adicional para la consulta de la revocación del mandato, junto con sus consejeros acordó una inusual veda electoral de más de dos meses en todo el país para que los gobiernos federal, estatal y municipal no puedan hacer propaganda de ningún tipo.

Todo esto no a favor de la democracia, no, sino por vetar las conferencias mañaneras del presidente, lo que no logró pues el INE excedió sus facultades y violentó otros derechos, le dijeron en el máximo tribunal, pero su querella está en análisis; Lorenzo Córdova buscaba, antes que nada, silenciar la próxima inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles. El odio es mal consejero.

Las vedas electorales habituales son de 72 horas antes del día de las urnas, pero esta tendrá una duración de 65 días, lo que es un desatino, sobre todo si la consulta sobre la revocación del mandato presidencial sólo atañe, precisamente, a esta figura y no a los otros poderes, además de no tener antecedente alguno. Salta a la vista la inquina, la mala leche del INE. El rencor lo exaspera.

Roberto Palazuelos pasó de opción para lograr algunas diputaciones en el Estado, a ser un dolor de cabeza para Dante Delgado, el líder del Movimiento Ciudadano. Un tipo que alardea de sus crímenes, no puede ser un candidato viable. El actor se adelantó a Lidia Cacho, su contrincante; tanto gusta de las armas, que se disparó él mismo. Los del partido naranja están en crisis.

Si bien de muy diferente estatura, como se dijo, ambos especímenes fulgen con luz propia en el firmamento del cretinismo.

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