El sector más duro del PAN, emanado de la corriente de ultraderecha conocida como “El Yunque”, decidió finalmente actuar ante las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador que, considera, buscan llevar a México hacia el comunismo. Y no encontró peor manera que invitar al país a los líderes de Vox, partido de extrema derecha español que poco a poco ha ido ganando adeptos entre quienes rechazan todas las corrientes actuales de progresismo, como son los derechos de la comunidad LGBT, el aborto legal, la migración y hasta la lucha contra el cambio climático. La reunión de ambos partidos no dejó indiferente a nadie, pues consideraron que el PAN ha demostrado su verdadero rostro, aun y cuando su Comité Ejecutivo Nacional tuvo que salir a deslindarse de sus propios senadores, quienes al parecer no tenían ni la remota de idea de lo que estaban haciendo, ya que incluso la quintanarroense Mayuli Martínez Simón, quien fue una de las panistas presentes, expresó hace un tiempo su total apoyo a la promoción de reformas constitucionales que garanticen la atención médica y la pensión a parejas del mismo sexo. La unión del PAN y Vox, y su rechazo dentro del mismo partido mexicano, es el ejemplo más claro de lo inútil que ha resultado ser su dirigente, Marko Cortés, quien ni siquiera hizo el intento de lavarse las manos de lo que a todas luces ha terminado por dañar al panismo.
Javier Ramírez
El pasado 2 de septiembre un grupo de senadores del Partido Acción Nacional (PAN) recibió a una comitiva de Vox, partido español de ultraderecha, encabezada por su presidente y fundador, Santiago Abascal Conde, para llevar a cabo la firma de un documento denominado “Carta de Madrid”, cuyo propósito es “frenar el comunismo” en ambos países.
El repudio de la clase política mexicana no se hizo esperar, por lo que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN salió a deslindarse de dicha junta, asegurando que se trató de un evento al que sus senadores asistieron a título personal.
Pero eso no bastó para evitar que se convirtieran en el hazmerreír en el país, afectando la ya de por sí dañada imagen del panismo, que intenta llegar fuerte a las elecciones del próximo año mientras varios de sus integrantes, como el mismo Ricardo Anaya, son investigados por los actos de corrupción cometidos en el sexenio pasado.
Firma de la “Carta de Madrid”
El encuentro con el líder de Vox fue organizado por el coordinador de la bancada del PAN en el Senado de la República, Julen Rementería, quien habría invitado a la mayoría de los 25 senadores de su partido para que participaran. Sólo 13 de ellos aceptaron, la mayoría identificados con el llamado “El Yunque”, una corriente aún más conservadora dentro del mismo PAN, que en el año 2000 fue fundamental para la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República.
Además de los simpatizantes de “El Yunque” y de gente ampliamente conocida por ser detractora del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como Víctor Fuentes, Alejandra Reynoso, Marco Gama y la exmorenista Lily Téllez, estuvieron tres diputados panistas y dos diputados priistas.
El motivo de la reunión fue sumarse a la llamada “Carta Madrid”, promovida por Vox, misma que, asegura su líder, “moviliza a miles de personas en todas las naciones de la Iberosfera, que ven con preocupación cómo las ideas totalitarias del comunismo están tomando fuerza”.
La “Iberosfera”, apunta Abascal, está conformada por 700 millones de personas que son parte de una comunidad de naciones libres y soberanas que comparten una arraigada herencia cultural y cuentan con un gran potencial económico y geopolítico para abordar el futuro.
Además de Rementería, Fuentes, Reynoso, Gama y Téllez, los senadores panistas que participaron en la junta fueron: Roberto Moya, María Guadalupe Murguía, Gina Cruz Blackledge, Minerva Hernández Ramos, Mayuli Latifa Martínez Simón, Indira de Jesús Rosales, Nadia Navarro, María Guadalupe Saldaña y Juan Antonio Martín del Campo.
Vox, antiprogresista
El partido ultraconservador creado en 2013 en España, está encabezado actualmente por Santiago Abascal, al que llegó un año después proveniente las filas del Partido Popular (PP), del que salió al considerar que estaba traicionando los principios que justificaron su formación como principal partido conservador español.
Fue con Abascal que Vox consiguió convertirse en la tercera fuerza política en España y desde entonces su popularidad ha ido en aumento debido a que ha sabido llegar a los ciudadanos que guardan rencor hacia su actual gobierno. Sus simpatizantes se quejan de que las autoridades no han sabido manejar temas como la migración ilegal, el feminismo y el proceso de independencia de Cataluña, pero al mismo tiempo defienden actividades que ya no son bien vistas por la sociedad en general, como las corridas de toros y la caza.
Vox, que afirma defender a España, la familia y la vida, así como la lucha para “expulsar al gobierno de tu vida privada”, se ha ganado el repudio de gran parte del mundo por oponerse a los derechos de la comunidad LGBT+, el aborto y hasta negar el cambio climático.
Hace casi un mes, el 13 de agosto pasado, Abascal aseguró sentirse orgullo de la invasión encabezada por Hernán Cortés hace 500 años, pues “liberó a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de las aztecas”.
El senador Julen Rementería indicó que con la firma de la “Carta de Madrid” se busca enviar el mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador de que México nunca será comunista.
La mayoría en contra
Tras la polémica que desató la reunión con Vox, el PAN emitió un comunicado para deslindarse de la misma, asegurando que los senadores y diputados que acudieron lo hicieron a título personal, además de que rechazo que se suscribiera algún acuerdo político.
En este sentido, indicó que Acción Nacional es “un partido político inspirado en el humanismo político y que siempre ha defendido los derechos humanos, el Estado de Derecho, las libertades públicas, la separación de poderes y la democracia representativa. Valores, todos ellos, que hoy están amenazados por un gobierno que aspira a construir un régimen autoritario”. Además, recordó que en España su único socio institucional es el Partido Popular, que forma parte de la Internacional Demócrata del Centro.
Por separado, importantes figuras del PAN expresaron su disgusto por la reunión, entre ellos Gustavo Madero, expresidente del partido, quien señaló que es lamentable que este se haya “corrido a la derecha” cuando más requiere convertirse en “una alternativa democrática comprometida con los derechos humanos, económicos, políticos y sociales para cerrar brechas de desigualdad y la exclusión”.
La senadora Kenia López, quien no asistió a la reunión, expresó: “defiendo los derechos fundamentales, soy feminista, y creo que los extremos nunca van a beneficiar a nadie. Ni a la derecha ni a la izquierda. Yo respeto, por supuesto, pero creo que al PAN hoy le toca ser una voz del panismo en medio de esta polarización. Puedo ser crítica, cuestionante y libre”.
Sin embargo, los panistas no fueron los únicos en descalificar el acto, pues el expresidente Felipe Calderón atribuyó lo anterior a la actual dirigencia, la cual dijo “hace buen rato que está extraviada”. “Por esas y otras cosas más salimos muchos”, aseveró.
La bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) también se deslindó de la junta, y negó que alguno de sus diputados participara de la misma, luego de que algunos medios aseguraran que ahí estuvieron Lorena Piñón y Manuel Añorve.
Mario Delgado, presidente nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), respondió de manera agresiva al líder de Vox, quien en Twitter indicó que “ninguna declaración de quienes se abrazan a tiranos y protegen a narcos va a impedir nuestra causa a favor de la libertad, los derechos y la prosperidad de las naciones. Mi agradecimiento a todos los mejicanos que nos han hecho sentir como en nuestra casa. ¡Viva Méjico!”.
“El gobierno de AMLO recoge la tradición liberal gaditana que sigue por Juárez y llega hasta él. Ustedes y tus socios panistas son unos ridículos peleándose con el fantasma del comunismo. Y México se escribe con X, inepto”, expresó Mario Delgado también en Twitter.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel también participó en la polémica al comentar que el PAN y Vox son lo mismo: “Ayer vinieron unos extremistas de España, de Vox, se reunieron con el PAN, porque son lo mismo, nada más que simulaban, el PAN y otros, de que eran demócratas y no, son conservadores y ultras conservadores, casi fascistas”, expresó en conferencia de prensa.