Desde el pasado mes de marzo, el precio del litro de gasolina ha registrado una drástica reducción en México como consecuencia de la caída del precio internacional del petróleo, provocada por una guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia, los mayores exportadores del energético en el mundo, quienes no lograron ponerse de acuerdo sobre su producción durante la pandemia del coronavirus: mientras el primero buscaba aumentar el número de barriles al día, el segundo prefirió esperar a conocer el impacto que el Covid-19 tendrá a nivel global. Para frenar la caída en el precio del crudo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizó el pasado 9 de los corrientes una videoconferencia entre los representantes de los países petroleros para acordar reducir la producción mundial en 10 millones de barriles diarios para mayo y junio. Todos aceptaron excepto México, cuya representante, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, sólo accedió recortar 100 mil barriles diarios, en lugar de los 400 mil que le habían propuesto. La funcionaria incluso abandonó la negociación, lo que fue criticado por varios integrantes de la referida organización. Parecía que el acuerdo se aplazaría, pero finalmente el presidente de los Estados Unidos intervino y la OPEP aceptó la propuesta de México.
Javier Ramírez
Por el abaratamiento del petróleo, los consumidores y los países importadores del mismo resultan sumamente beneficiados. Así, en los Estados del norte del país, el litro de gasolina ha llegado a bajar hasta los 9 pesos, mientras que en los del sur se vende en un promedio de 15 pesos.
En Estados Unidos la situación no es muy diferente, pues el precio del galón promedió los 2.13 dólares, un mínimo que no se había visto desde 2017.
En contraste, la caída en los precios perjudica a los países productores, pues las utilidades de los refinadores se acortan y al final presionan a los importadores, almacenistas, comercializadores y estaciones de servicio. Petróleos Mexicanos, por ejemplo, podría intentar compensar la baja en el precio de las gasolinas aumentando otros costos, como la logística.
Por esa razón, la OPEP decidió llegar a un acuerdo para reducir la producción mundial del hidrocarburo en los próximos meses.
Recorte mundial
La OPEP y sus productores aliados (grupo conocido como OPEP+) acordaron hacer un recorte en la producción de petróleo en 10 millones de barriles por día (mbd) durante los próximos meses de mayo y junio, desde 43.8 a 33.8 mbd, con la finalidad de impulsar los precios que cayeron a consecuencia de la baja demanda por la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con el grupo, el recorte bajará a 8 millones de barriles en diciembre, y a 6 millones entre enero de 2021 y abril de 2022.
Para ello, los ministros de Energía de los 13 principales países productores realizaron el pasado 9 de abril una videoconferencia en la que se planteó hacer cada uno un recorte para contribuir a estabilizar el mercado.
Sin embargo, luego de más de 10 horas de diálogo, la secretaría de Energía de México, Rocío Nahle García -quien se ausentó de la sesión varias veces al parecer para dialogar con el presidente Andrés Manuel- fue la única que no aceptó el acuerdo y propuso que México sólo recorte 100 mil barriles diarios durante los próximos dos meses, cuando la OPEP esperaba que recortara la producción en 400 mil barriles diarios.
En su cuenta de Twitter, la funcionaria explicó que “En el consenso para estabilizar los precios del petróleo en la reunión de la @OPECSecretariat he propuesto una reducción de 100 mil barriles por día en los próximos dos meses. De 1.781 mbd que reportamos en marzo disminuiremos a 1.681 mdb”.
Finalmente, Nahle García se retiró de los acuerdos sin hacer algún ofrecimiento de recorte por parte de México.
Críticas internacionales
La actitud tomada por la funcionaria mexicana fue duramente criticada por Hussam al Saleh, del grupo negociador de Arabia Saudita, quien expuso en Twitter que “No importa ser hombre o mujer, puede ser un negociador duro, pero no debe huir de las negociaciones”.
Por su parte, Abhi Rajendran, de la consultora Araj-Energy, señaló que la posición del Gobierno de México era absurda. “Quieren mostrar que Pemex aumentará la producción a las refinerías locales. Esos refinadores funcionaron al 40-50% el año pasado y son una broma total”, apuntó.
Nahle García había propuesto hacer el recorte a partir de lo proyectado de 1.9 mbd, y no desde su producción actual, de 1.75, lo cual resultaba inaceptable para el resto de las naciones productoras, entre ellas Rusia y Arabia Saudita, que acordaron reducir su producción en 2.5 millones a partes iguales, desde un nivel de casi 12 mdb por día.
Irán propuso que simplemente se sacara a México del documento final, debido a que no es miembro oficial de la OPEP, pero los demás participantes no lo apoyaron e incluso se plantearon repartir los 400 mil barriles de México entre otros miembros.
Apoyo de EU
Parecía que las negociaciones se aplazarían después de que México se retirara de las negociaciones, pero al día siguiente el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que el Gobierno de Estados Unidos aceptó reducir su producción de petróleo en 250 mil barriles, para que se aceptara la propuesta de México.
En su conferencia del viernes 10 de abril, el mandatario señaló que fue gracias a la intervención del presidente Donald Trump que la OPEP aceptó que México redujera su producción de petróleo en sólo 100 mil barriles diarios.
Explicó que el jueves recibió una llamada del presidente Trump, quien le empezó a leer los nombres de los países que habían aceptado, indicándole que sólo México no aceptó.
“Cuando le dije que eran 100 mil y no podíamos más, él muy generosamente me expresó que ellos iban a ayudarnos con los 250 mil adicionales a lo que ellos van a aportar, por eso le agradezco”, afirmó Andrés Manuel.
El presidente comentó que México no podía aceptar la otra condición, debido a que su administración ha hecho un enorme esfuerzo de inversión en Pemex para elevar la producción de petróleo crudo, luego de que la reforma energética no trajo las inversiones requeridas.
Asimismo, detalló que la cifra que la OPEP pedía no se ajustaba a la realidad mexicana porque diariamente se producen un millón 780 mil barriles de petróleo frente a los casi 12 mdb de petróleo crudo que producen Rusia y Arabia Saudita.
Finalmente, el jefe del Ejecutivo expresó que se espera que con esto aumente el precio del petróleo crudo y compense, pero sobre todo ayude, a estabilizar la economía y los mercados.