La última palabra
Por Jorge A. Martínez Lugo
Algo de alto nivel se está cocinando dentro de Morena y la alianza. Los tambores de guerra suenan y suenan. No será la oposición, sino el fuego amigo verde, el más letal, el que pueda cavar la tumba de Morena en Quintana Roo. Porque en el Estado, Morena no es lo mismo que López Obrador.
Morena ha sido secuestrado por la banda voraz de los niños verdes, que hoy le ponen cuña del mismo árbol verde, a su propia pre candidata Mara Lezama, con la figura de Laura Fernández desde la alianza azul-amarilla del gobernador.
La mafia verde no tiene llenadera. Quieren todo, como en 2016, cuando querían Cancún, Solidaridad y el control del Congreso. Chanito Toledo se las negó, en cambio Mauricio Góngora sí se las dio, entonces, el PRI perdió, pero los verdes ganaron. Y con Carlos Joaquín, siguieron incrementando su poder político y económico.
Ahora tienen arrinconada a Mara Lezama. Por eso la cuña para que apriete, tiene que ser del mismo árbol
Por eso la campaña de Morena será light, sin dientes, sin garra. Mara no podrá tocar ni con el pétalo de una rosa al mal gobierno de Carlos Joaquín, ni podrá abanderar la indignación ciudadana por la traición del gobierno del cambio.
Y sí, tendrá que cargar con el peso del descrédito de la mafia verde, a la que tampoco podrá mencionar, a menos que sea para destacar las cualidades políticas y el compromiso con el progreso de Quintana Roo de Jorge Emilio González.
El discurso en campaña de Morena en Quintana Roo, por tanto, no será de oposición a un gobierno fallido y que no se cansa de humillar a los quintanarroenses, sino que Mara será como una candidata oficial.
Además, tendrá que defender a los niños verdes cada vez que la ciudadanía le reclame la corrupción de Jorge Emilio González y su banda de despojadores: Gustavo Miranda, la familia De la Peña, Pablito Bustamante y el resto de linduras.
En política los vacíos no existen, entonces, el discurso de oposición algún partido lo asumirá y todo indica que será Movimiento Ciudadano.
Ayer nos acaban de dar una muestra, al inaugurar en Chetumal, su primera Casa Naranja a nivel país. Están colocando a Quintana Roo como una prioridad nacional.
No fue Dante Delgado, ni Clemente Castañeda, ni Patricia Mercado, ni otro cuadro naranja de artillería pesada, sino el secretario de acuerdos, Juan Zavala, alguien de tercer orden de la dirigencia nacional naranja, quien dio una muestra de un discurso ganador de elecciones.
“Los quintanarroenses han vivido desde 2016 una promesa de alternancia, sin embargo, ha prevalecido el mal gobierno”, fue la frase que demostró que la bandera de campaña, se la están arrebatando a Morena, que se desgarra en su infierno interno.
“Movimiento Ciudadano es la única opción de cambio verdadero en Quintana Roo”, completó el enviado naranja y no fue necesario leer más para ponderar en qué encrucijada está Morena en el Estado.
Casi al mismo tiempo, el Teqroo enderezó un misil a la línea de flotación del barco que supuestamente capitanea Mara Lezama, amenazándola con retirarla de la contienda, por violación a la ley electoral. El misil fue disparado por el magistrado felixista Víctor Vivas y votado por unanimidad joaquinista.
Recordemos que Quintana Roo es botín verde, desde el pacto con Félix.
Y todavía viene Gerardo Fernández Noroña a regañar a los quintanarroenses: “se los va a chupar la bruja”, exultó amenazante, a quien intente estar contra Morena, porque Morena es López Obrador y López Obrador está al 81 por ciento de aceptación. ¡Sí chucha!
Lo que sea que se esté cocinando al interior de Morena y de su alianza con la mafia verde, tendrá que resolverse pronto. La machaca se puede quemar y la tumba de Morena en Quintana Roo, será de color limón.
El tiempo es inexorable y un paso en falso en este momento, puede resultar fatal el próximo 5 de junio. Es momento de una decisión radical, como dicen ser. Amable lector, usted tiene la última palabra. Chetumal, 180122.