A través de un comunicado en sus redes sociales, José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, respondió a los señalamientos sobre el origen de sus ingresos, polémica que se destapó tras un reportaje de Carlos Loret de Mola sobre el uso de una mansión en Houston.
El hijo de presidente AMLO aclaró que sus ingresos provienen de su “trabajo como asesor legal” en una empresa de desarrollo y construcción en Houston en Estados Unidos, donde labora desde 2020.
Asimismo, rechazó que exista conflicto de intereses o tenga injerencia en el Gobierno de México.
En sus redes sociales, José Ramón Beltrán también compartió la postura de su esposa, Carolyn Adams
Mi vida siempre ha sido privada y me he mantenido al margen de cualquier
circunstancia, pero dada la situación quisiera hacer unas aclaraciones:En las ultimas semanas mi familia se ha visto gravemente expuesta por un sin fin de
noticias falsas publicadas en distintos medios de comunicación, difamándonos y
calumniándonos, perturbando nuestra vida privada, algo que es inadmisible. Todo lo
que se ha dicho y publicado sobre nosotros en referencia a cualquier vinculación con la
compañía Baker Hughes es FALSO.
Pasaron los años y conocí a José Ramón y consecuentemente formamos una familia. Por
las circunstancias decidimos salir de México para seguir preservando nuestra privacidad
y no causar ningún tipo de conflicto de interés. Siempre hemos trabajado y JUNTOS
seguiremos construyendo con y para nuestros hijos.
Por lo tanto, decidimos rentar una casa en la cual, en la actualidad, ha dado de que
hablar y ha generado información distorsionada.
1. YO renté una casa por un año. José Ramón seguía en el trámite de su visa para residir
y trabajar en Estados Unidos.
2. Aquí se tiene que usar a un agente inmobiliario CON licencia y rara vez se conocen
las partes (arrendador y arrendatario)
3. Todo se hizo bajo formalidad, reglas y requisitos estadounidenses: contrato, depósito
en garantía, rentas mensuales (como cualquier otro)
4. Aunque en México trabajé en el sector energético, jamás tuve relación alguna con
Baker Hughes ni ninguno de sus ejecutivos
5. Después de rentar, adquirí una casa hipotecada como cualquier ciudadano en este país
y el banco se encargó de revisar a detalle todo.
6. Tengo un vehículo que sigo pagando, detalle que no incluyeron las supuestas
“investigaciones”
7. Expusieron a base de calumnias y difamación nuestra seguridad.
A continuación, adjunto una parte de las conversaciones con el agente inmobiliario que
me ayudó a encontrar la casa.
carolyn adams
Como se observa en la primera imagen, la ubicación de la casa no era de mi preferencia
y me advirtió que no estaría lista dentro del plazo que yo quería, pero aún así la añadiría
en nuestro “tour” (nuestro recorrido). Incluso queda probado en la 2a imagen de nuestra
conversación que nosotros no teníamos relación alguna con los propietarios, ni
conocimiento de quienes eran, ni cual era su ocupación laboral. En las imágenes se
pueden observar las fechas que corroboran todos los datos
(Tenemos a nuestra disposición TODAS las pruebas y estamos dispuestos a entregarlas
a las autoridades correspondientes, para que ellos cuando crean conveniente y oportuno
puedan o no revelar públicamente la información. Nosotros no podemos, no queremos y
ni vamos a exponer la privacidad de otras personas como lo están haciendo con
nosotros, poniendo en riesgo nuestra seguridad y la de nuestros hijos).
Estas mentiras han tenido el afán y el propósito de dañar a terceros. Estamos en la
espera de que se investiguen los hechos y que se analicen todas las pruebas. La
presunción de inocencia debe ser siempre una máxima y es necesario que sean capaces
de rectificar las informaciones erróneas.
Tal vez nuestros padres nos educaron de maneras distintas, pero si con un común
denominador: no robar. Que la verdad sea dicha, porque las suposiciones no son hechos,
y hay que saber diferenciar entre opinión e información. Espero todos los que crearon
esta lamentable NOTICIA FALSA encuentren paz en sus corazones.
DIOS nos bendiga a TODOS,
Atentamente,
Carolyn Adams