(ACTUALIZACIÓN: Con el apoyo de las personas, Don Ricardo pudo reabrir el comedor comunitario. En breve más información)
Tras 40 días de alimentar a más de 300 personas diariamente, Don Ricardo Villalba fue obligado a cerrar su comedor comunitario en el que invirtió sus ahorros de dos años.
Como se recordará, desde marzo Ricardo Villalba, un humilde comerciante de El Crucero, de Cancún, se dedica a alimentar de manera gratuita a cientos de personas que perdieron su empleo o se encuentran en situación de calle, incluidos niños y ancianos.
Al mes gastó todos sus ahorros en esta labor altruista, pero desde entonces ha logrado mantener este comedor comunitario con donaciones en especie de asociaciones y personas de buen corazón.
El pasado 8 de mayo, la Policía Municipal de Cancún intentó clausurar su negocio, argumentando que no se respetaba la sana distancia. Sin embargo, don Ricardo demostró que se estaban aplicando todas las medidas de prevención e higiene, por lo que le permitieron continuar trabajando.
Pero el pasado sábado, se llevó la desagradable sorpresa de que las autoridades estatales clausuraron el acceso a su negocio, donde servía los desayunos.
“Nos dijeron que fue una orden de los altos mandos. ¿Donde está Derechos Humanos entonces? ¿Acaso les afectaba que alimentemos a las personas que no tenían ni un peso para comer?”, dijo molesto el comerciante.
“No les está costando ni un solo peso. ¿Por qué no nos dejan ayudar? Solo estamos haciendo el trabajo que ellos no pueden o no quieren hacer”.
Puntualizó que pidió el tarjetón especial para poder ingresar a su local, pero le fue negado.