Signos
Abruma, tanto y tan incivil y simulador e inmoral burocratismo electoral, y tanta y tan igual de fársica y onerosa judicialización de los comicios, en una comunidad ciudadana tan iletrada y tan ajena a todos esos bretes de la escoria pública nacional, donde la ley y los veredictos de las autoridades elecrorales que la representan no son sino una sórdida maraña de argumentos al servicio de intereses políticos mercenarios.
Una peste, esa, en fin, y la de casi todas las candidaturas y negocios partidistas y de grupo detrás de ellas, como para confinarse, quedarse en casa y no salir, el domingo de elecciones y Ley Seca.
SM