El Minotauro
Nicolás Duran de la Sierra
En los próximos días, después de que la Secretaria de Hacienda invitara a quince grandes empresarios a que pagaran los 50 mil millones de pesos que adeudan al fisco, en sus redes y en sus medios afines el Consejo Coordinador Empresarial elevará el tono de su guerra de desprestigio contra el presidente López Obrador, a quien acusan de llevar a la ruina al país.
Alegan que en estos momentos de crisis por el Covid 19, se debe apoyar a las empresas pues generan empleos y que el desarrollo de México es casi de su sola autoría, pero callan que el que se les pide es el pago del ejercicio del 2019, no el del 2020, y que varias de sus empresas corrieron a millares de empleados con la excusa –vaya cinismo- del impacto de la epidemia.
Mas no sólo querían que se les condonaran impuestos, sino también que, como ocurriera con la epidemia de la influenza, se pidieran millones de dólares al Fondo Monetario Internacional para que, con ello, se apoyara a las empresas. Hasta ahora se ignora el destino de gran parte del préstamo otorgado al otrora presidente Felipe Calderón. En la infraestructura médica no está.
Si les molestó la negativa del presidente López Obrador para endeudar más al país, pese a las ofertas del FMI con base en la “solidez de la economía mexicana” –la que ellos califican de ruinosa-, el obligarlos a pagar sus impuestos fue tomado como una afrenta. Antes socios del poder en turno, bajo las siglas de PAN o del PRI, se creían inalcanzables. El presente los rebasó.
Como recién afirmara el presidente, con esos cincuenta mil millones que casi de manera voluntaria tendrán que pagar el líder empresarial Carlos Salazar y sus corifeos, crecerá el rol de pequeñas y medianas empresas que se apoyara con créditos blandos y se comprarán insumos médicos para enfrentar la epidemia. Se trata de generar una economía de base que aliente la concordia social.
En una parte de las redes sociales y también en algunos medios contrarios al Gobierno federal, en los días por venir sobrarán las noticias falsas desestabilizadoras y las injurias al presidente y a su equipo, pues tocó los intereses de un grupo que se creía sagrado. El ultraje es imperdonable. Se avecinan jornadas borrascosas.
Excelente como siempre tu análisis!