CHETUMAL.- El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Chetumal dio a conocer que por falta de recursos se ha suspendido “temporalmente” la rehabilitación del Canal de Zaragoza, cuyos trabajos los realizaba la Marina.
“Hay un convenio de colaboración entre la Federación y el Gobierno de Quintana Roo para aportar recursos y continuar con la obra. Hay escasez de recursos por el impacto de la pandemia, pero no se puede permitir que el proyecto se tire por la borda”, expuso Eloy Quintal Jiménez, presidente del CCE de Chetumal.
Explicó que en la más reciente reunión que sostuvieron con representantes de la Marina se les informó que el desazolve del canal tiene un avance de apenas 10%, a lo que se suma que la Manifestación de Impacto Ambiental tiene un plazo de tres años, por lo que si el retraso en los trabajos se prolonga a lo largo de todo este año “difícilmente podrá estar terminado antes del 2022”.
La principal expectativa del empresariado chetumaleño respecto del canal era detonar el turismo náutico mediante el establecimiento de marinas para yates, principalmente de origen estadounidense que realizan recorridos por el mar Caribe, pero no tienen un punto para atracar en el sur del estado.
El Canal de Zaragoza es una vía marítima artificial de aproximadamente 1.23 kilómetros que permite la comunicación entre el mar Caribe con la bahía de Chetumal en el extremo sur de Quintana Roo.
Quintal Jiménez recordó que la rehabilitación del canal consiste en aumentar su profundidad 3 metros y ampliar su longitud hasta los 4. 8 kilómetros hacia el interior de la Bahía de Chetumal para obtener un paso marítimo con una longitud total de 6.3 kilómetros.
Las obras comenzaron en el 2019, pero desde hace varias semanas los trabajos están detenidos por falta de aportación por parte del Gobierno del Estado.
El proyecto contemplado por los Gobiernos federal y estatal incluye una terminal de carga para el comercio a gran escala, apostando a que ingrese por Chetumal mucha de la mercancía que hoy pasa por el canal de Panamá, además de que desde ahí podría potenciarse el comercio mexicano hacia distintos puntos de Centro y Sudamérica.
Fuente: El Economista