El Minotauro
Nicolás Duran de la Sierra
La cúpula de legisladores federales del Partido Verde y algunos erráticos diputados de Morena, revivieron recién en el Palacio de San Lázaro la iniciativa para incluir la pena capital en nuestro sistema judicial pues, afirman, con ello descenderían en el país los índices de violaciones, feminicidios y asesinatos dolosos en contra de menores de edad.
Claro está, indicaron que revivir tal iniciativa, que fuera desechada en dos ocasiones, la primera en el 2009, no tiene interés electoral ni pretende ganar imagen pública valiéndose de la ira popular por los pasados hechos de sangre, sino que es el resultado de un hondo ejercicio de reflexión del Partido Verde –así lo dijo el coordinador legislativo-, para mejorar la seguridad de la sociedad.
No he de entrar aquí en las razones humanistas por las que la iniciativa ha sido rechazada tantas veces, en el foro legislativo y en otros ámbitos, pues de seguro no cabrían en el ejercicio de reflexión de estos diputados, pero sí poner de relieve, por principio, su inutilidad. La pena capital en los Estados Unidos no ha significado el descenso criminal en ese país, el ejemplo más cercano.
Por otra parte, como señalara José Crespo, analista del Colegio de México, “por el sistema judicial que tenemos, muchos inocentes podrían ser condenados a muerte, para luego descubrir que no eran culpables, “pero lo sentimos mucho”. Sólo recordemos que en el último año obtuvieron su libertad numerosas personas que estaban presas por “errores del sistema”.
Al comienzo tildé de erráticos a los diputados de Morena que se había sumado a la iniciativa, y lo son porque aún no han entendido la línea humanista del partido que los cobija. La iniciativa no llegará ni a comisiones. Como es costumbre, el Partido Verde intenta explotar el enojo y el hastío popular. México está lleno de cadáveres y aun así hay quienes quieren aumentar la cuenta de sangre.